Los hinchas vivieron una noche muy especial, con sensaciones contrapuestas

Fue una noche especial para los hinchas de River y Boca, que vivieron momentos de mucho sufrimiento y de enorme felicidad durante el superclásico revancha de las semifinales de Copa Libertadores.

Muchos eligieron los bares del casco céntrico para ver el partido, a pesar de la posibilidad de compartir con hinchas del equipo adversario y de la rivalidad que existe desde siempre.

A la hora pactada para el inicio del encuentro, las calles céntricas lucían despobladas, al igual que la plaza Libertad, que se ha convertido en el epicentro de los festejos de los grandes acontecimientos deportivos.

La demora en el inicio del juego (por la gran cantidad de papelitos sobre el campo de juego), encendió aún más el clima de nerviosismo en la gente que concurrió a la confitería elegida por EL LIBERAL para retratar el comportamiento de los hinchas.

Los de Boca vivieron el partido con gran intensidad y nerviosismo, sobre todo después del gol convertido por Salvio, que el árbitro anuló por una mano de Mas.

Los de River lucieron un poco más tranquilos, pero con el temor de ver a su equipo retrasado en el campo y con muy pocas situaciones de peligro.

En el segundo tiempo se incrementó ese clima de nerviosismo, más aún con el gol de Boca que encendió la ilusión de los hinchas “xeneizes”.

Los minutos finales fueron de enorme sufrimiento de ambos lados. Boca necesitaba un gol para ir a los penales. Y River tenía que aguantar al verse beneficiado por los dos tantos en el partido de ida.

Llegó el final y empezó la fiesta de los hinchas del “Millonario”, que se volcaron sobre plaza Libertad para celebrar el pasaporte a la final de la Copa Libertadores, otra vez dejando en el camino a Boca.

Terminó siendo una noche inolvidable para River, pero lo importante es que todo se desarrolló en paz.