Cuánto demanda hoy invertir en la educación universitaria de los hijos en Santiago o en otras provincias

Por José Aranda.

Mientras en distintos países de la región se debaten cuestiones relacionadas con el acceso a la educación superior gratuita en las universidades públicas, en la Argentina, la actual situación inflacionaria y de crisis que se vive, impactó en los costos que se necesitan cubrir para enviar un estudiante a la universidad pública, pero aún mucho más en instituciones privadas o estatales que están radicadas fuera de la provincia.

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En este contexto, para quienes tienen sus hijos a poco de finalizar sus estudios secundarios y comenzar a proyectar una carrera universitaria, les surge un interrogante clave: ¿qué presupuesto es necesario invertir para estudiar en otra provincia? Cuánto cuesta una universidad pública o privada? ¿Cuál es la inversión necesaria por mes para estudiar en las universidades locales? ¿Cuánto más conviene la enseñanza on line?

Si bien cada familia es un mundo en cuanto al presupuesto que destina a la educación de sus hijos, gran parte de esa mayor o menor inversión depende de la carrera que se elija y si la universidad a la que concurrirá es pública o privada. Ya sea en Santiago o en otra provincia. Más aún en un contexto de una economía tan cambiante como la de este país.

Sin embargo, hay determinados parámetros que pueden servir de base para aproximarse a lo que se puede necesitar, o al menos lo que demanda este año, invertir en la educación de un hijo.

EL LIBERAL dialogó con padres cuyos hijos estudian en universidades públicas y privadas de Santiago del Estero, así como también los que los envían a Tucumán y a Córdoba. A su vez, también participaron en la nota los rectores de ambas universidades locales que dieron su punto de vista. Asimismo, representantes de inmobiliarias de otras provincias también indicaron cuál es hoy el costo del alquiler y cuánto dinero hay que pensar en invertir para alquilar una propiedad fuera de la provincia.

En Santiago

Mariela F. es la mamá de Gustavo, un estudiante de Fernández que cursa el primer año de la carrera de Medicina en la Universidad Nacional de Santiago del Estero (Unse). Si bien para su familia, la posibilidad que su hijo pueda estudiar esta carrera en la provincia, ha sido todo un beneficio, destaca que no son pocos los gastos que, igualmente hay que afrontar, más en un año con una inflación creciente como la de este 2019.

“Mi hijo paga el alquiler de un departamento compartido. Su parte son $3.800 y su compañero paga un monto similar, más otros $950 de expensas y servicios cada uno y por semana en comida y despensa se van unos $1.500 o sea unos $6.000 al mes, pero teniendo en cuenta que no es comida de rotisería ni comprada, sino que se preparan todo en el departamento”, señaló en cuanto al presupuesto que le demanda mantener al estudiante.

Pero además, hay otros gastos: “para movilizarse en colectivo son unos $800 más y también hay gastos en apuntes que deben sumar otros $500 por lo menos al mes, sin contar por ahí lo que se pide una sola vez al iniciar el año, como algunos libros específicos o el guardapolvo”.

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Según su presupuesto, “como mínimo tenemos que destinar unos $12.000 aunque hay meses que puede ser un poco más según algún apunte más que se pueda pedir, o un poco más que haya que pagar de teléfono celular, eso siempre varía, pero aún así estamos haciendo el esfuerzo porque si tuviera que estar solo en un departamento sería muy difícil de costear y enviarlo a estudiar la misma carrera en Tucumán o en Córdoba, sería imposible”. Al menos este año, la inversión que está realizando la familia de Gustavo, rondará los $120.000.

En la privada

Para la familia de Pablo H., éste fue el primer año que tuvo que afrontar un presupuesto más importante que el de años anteriores en su educación. Pablo decidió estudiar una de las carreras que ofrece la Universidad Católica. él y su familia viven en esta Capital, con lo cual además del costo de la cuota mensual de la facultad, los otros gastos que tiene se resúmen al boleto de colectivo que suele utilizar algunos días y, por supuesto, todo lo que significan los apuntes o el contar con un buen acceso a internet para poder complementar sus estudios.

Francisco, el papá de Pablo que vive con su familia en la zona oeste de la ciudad, a 20 minutos del centro comentó: “Nosotros tenemos un presupuesto de unos $7.000 por mes que tenemos que pagar de cuota de la universidad. A eso hay que sumarle el material de estudio que ronda los $500 más por mes y el transporte. Muchas veces lo acercamos a la universidad, pero hay varios días que tiene que viajar en colectivo. Ahí también hay un gasto extra en el boleto que, no es mucho pero suma, serán unos $200 más por semana más o menos”.

En total, entre cuota, materiales y transporte, la inversión que realiza la familia de Pablo por mes para su carrera de abogacía, ronda los $8.000. En este primer año de cursada, la inversión en educación para una carrera de grado, será de entre $80.000 a $90.000.