La bookstagrammer que vio el negocio y vende libros usados y merchandising literario La bookstagrammer que vio el negocio y vende libros usados y merchandising literario
Rosario Pozo Gowland, una abogada amante de la lectura, abrió en enero de 2018 una cuenta de
Instagram para hacer reseñas y dar recomendaciones de libros. De a poco, su comunidad fue
creciendo y la bookstagrammer, que también organiza un club de lectura virtual y hace podcast
literarios, decidió dar un paso más.
Se acercó a Gimena Dorfler, una amiga diseñadora de indumentaria, y pensaron una serie de
remeras con motivos relacionados a autores y textos. "Veía que afuera había mucha oferta de
merchandising de este estilo y acá no encontraba. Por eso sacamos remeras con frases en español
y con autores argentinos".
Luego, un amigo le acercó una idea que había desarrollado como parte de su tesis de MBA: crear un
marketplace de compra-venta de libros usados. La idea encajaba perfecto con su perfil y podía
apalancarse en la comunidad de DecimeUnLibro, que hoy cosecha más de 31.000 seguidores en
la red social.
- ¿Cómo es el modelo de negocios?
Luego de cinco meses de trabajo, lanzaron su web en la que se venden las remeras y totebags. En otra
pestaña, se ofrecen los libros que, previa curaduría, se venden a la mitad de lo que cuesta el
ejemplar nuevo. Por la gestión cobran una comisión al vendedor que hoy está en 35 por ciento. Con
tres meses de actividad, ingresan en la web unos 100 títulos nuevos por mes, principalmente de
literatura contemporánea, que tienen un ticket promedio de $ 300. Para empezar, invirtieron unos $
60.000 en la producción de las remeras y otros $ 600 mensuales para el mantenimiento de la
web. Las remeras fueron pensadas por Dorfler y la creación de la web vino íntegramente del tercer
socio. "Hicimos una inversión intangible del expertise de cada uno", reconoce Pozo.
- ¿Cómo esperan crecer?
Su objetivo hoy es aumentar la cantidad de vendedores de libros para apalancar su crecimiento.
También buscan incorporar escritores independientes y pequeñas editoriales para que puedan
exponer sus títulos. En indumentaria, ampliarán la oferta a pins, cartucheras y otras piezas con las
que esperan llegar también a librerías. "Originalmente esto no fue pensado como un negocio pero
me encontré con que los seguidores tenían las mismas necesidades que yo. Hoy estoy muy
involucrada y cuido mucho cada detalle, porque antes de clientes, son seguidores. Los conozco de
cerca y siento una responsabilidad", reconoce.
En cifras
Fundación:2018
Facturación para el primer año: $ 400.000
Inversión inicial: $ 60.000
www.decimeunlibrostore.com.ar
La versión original de esta nota fue publicada en la edición de agosto de Revista Apertura.