Excarcelaron a la madre de los hermanitos que murieron quemados en su propia casa Excarcelaron a la madre de los hermanitos que murieron quemados en su propia casa
Luego de permanecer más de siete meses tras las rejas, Mayra Lazarte -la joven madre de los menores que murieron quemados en el interior de la habitación donde descansaban, en el barrio Los Lagos- recuperó su libertad.
La Cámara de Apelaciones, con un tribunal formado por los doctores Cristina Vittar, Sandra Generoso y Raúl Romero, resolvió hacer lugar al recurso impuesto por su abogado defensor, Dr. Pablo Brizuela.
El tribunal dictó la falta de mérito para mantener la detención de Mayra, quien fue apresada el pasado 16 de mayo, un mes más tarde de la muerte de los pequeños, quienes quedaron atrapados en el fuego, generado aparentemente por uno de ellos.
Además, solicitaron la inmediata liberación de la imputada, bajo caución y condiciones que fije el juez del Control y Garantías para asegurar su sujeción al proceso.
Como se recordará, Lazarte fue apresada al mes de la tragedia, luego de que la Fiscalía -representada por el Dr. Pablo Moya- obtuvo resultados de pericias que fueron claves para la causa.
Entre las evidencias con las que contó la fiscalía había material fílmico y declaración de testigos que tenían conocimiento sobre la relación entre Mayra -acusada de abandono de persona calificado por las muertes y agravado por el vínculo- y los menores.
En diálogo con EL LIBERAL, el Dr. Brizuela -representante de la imputada- sostuvo en audiencia que la calificativa sostuvo que “es incorrecta. La pena contemplada para el delito es altísima y equiparable al homicidio simple y bajo este panorama, si la pena aplicable en al supuesto de abandono de persona, es equiparable al homicidio simple, la omisión, que está en la génesis del abandono, debe ser sumamente grave, de manera que sea equiparable a la conducta activa de matar”, sostuvo el letrado.
Recalcó que “está demostrado que Mayra dejó a sus hijos solos por el lapso de aproximadamente 15 minutos para concurrir a un cajero electrónico, con la intención de extraer dinero y no de dar muerte a sus hijos de esta insólita manera”.l
