Dolar Oficial: - Dolar Blue:- Dolar CCL:- Dolar Bolsa: - Dolar Mayorista: -

EL LIBERAL . El Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Mateo (25,31-46):

01/03/2020 23:09 El Evangelio
Escuchar:

Lectura del santo evangelio según san Mateo (25,31-46): Lectura del santo evangelio según san Mateo (25,31-46):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: “Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria y serán reunidas ante él todas las naciones.

él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras.

Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda.

Entonces dirá el rey a los de su derecha: “Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo.

Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme”.

Entonces los justos le contestarán: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?”.

Y el rey les dirá: “En verdad os digo que cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis”.

Entonces dirá a los de su izquierda: “Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis”.

Entonces también estos contestarán: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?”.

él les replicará: “En verdad os digo: lo que no hicisteis con uno de estos, los más pequeños, tampoco lo hicisteis conmigo”.

Y estos irán al castigo eterno y los justos a la vida eterna”.

Comentario

Esta centralidad del amor en las relaciones con los demás, aplicado a la vida concreta por el creyente o la comunidad, es lo que dará testimonio ante el mundo de haber sido “puesto aparte” por Dios, es decir, de ser el pueblo Santo de Dios que vive desde sus valores. Esta santidad a la que invita el Levítico inspira una ética personal y social que promueve la construcción de un mundo más humano y, por lo tanto, más divino.

En el Evangelio se nos narra la conclusión del discurso escatológico de Mateo, en la línea de la tradición bíblica apocalíptica, lo que tiene que ver con las cosas últimas, con el juicio final. En esta imagen Jesús viene presentado como el “Hijo del hombre”, como una figura humana-divina que tiene la misión de instaurar el Reino de Dios. Jesús aparece como un personaje glorioso para llevar a la historia en modo definitivo a esa realidad que en el tiempo ha permanecido escondida a los ojos de los todos.

La imagen del juicio final se nos presenta con una metáfora pastoril, “como un pastor separa las ovejas de las cabras”, propio del ambiente palestino del tiempo de Jesús. Este Rey-Pastor “separará a unos de otros”, en ese sentido es un juicio, cuyo criterio distintivo será la caridad.

Según este texto del Evangelio de Mateo lo que no salva es la caridad, el amor practicado con gestos y acciones concretas: dar de comer, dar de beber, dar hospedaje, vestir, visitar al que está enfermo o en la cárcel.

Lo que nos salvará son las obras, como nos recuerda la Carta de Santiago: “Una fe sin obras está muerta” (cf. Sant 2, 17).

“Muéstrame tu fe sin obras y yo te mostraré por las obras mi fe” (Sant 2, 18).

El texto nos revela también algo sorprendente, y es que Jesús nos muestra cómo esta figura real quiere identificarse con los que tienen hambre, sed, los migrantes, los que están desnudos, enfermos o en la cárcel.

Ninguno fue capaz de reconocerlo con los ojos de la carne, tampoco se dice que fue a la luz de la fe o por la fidelidad al cumplimiento de la Ley.

Se trata simplemente de amar con los hechos, de respetar y valorar la dignidad de los demás, descubriendo en ellos la presencia del Señor. ¿Soy capaz de reconocer en los demás, sobre todo en los más vulnerables la presencia y la llamada de Jesús?


Lo que debes saber
Lo más leído hoy