Por cuatro agresiones en contra de su ex, un cartonero podría recibir la prisión preventiva

Entre diciembre del 2018 y febrero del 2020, un cartonero apaleó y sumergió a su pareja en una violencia sin igual: le enrostró amoríos con los vecinos, la golpeó y hasta prendió fuego a su ropa y casi quemó a los hijos.

El epicentro resultó el B° Santa Teresita. El detenido, Lucas Sebastián Pacheco y la víctima, Claudia Beatriz Torres, por quienes la doctora Elena Gorostiza, integrante del equipo de la fiscal Andrea Juárez, daría retoques a la preventiva.

El prontuario del cartonero recuerda que el primer hecho sobrevino el 6 de diciembre de 2018. El individuo le exigió plata para drogarse y Torres le dijo no. ‘No te duermas, porque te voy a prender fuego’, advirtió el sujeto mientras la golpeaba.

El 1 de marzo de 2019 le arrebató de los brazos a su hija y la tiró en la cama. Lo peor recién estaba por llegar. ‘Vos te andas haciendo d... con todos los vecinos. Si pides auxilio, te mato. Besalos a tus hijos por última vez’, le ordenó a Torres.

Aún ella sollozante, la encerró en una pieza. La mujer durmió en el piso y debió orinar en un tarrito de duraznos. ‘No voy a parar hasta matarte’, fue el ultimátum del otro lado de puerta.

El 25 de julio, volvió a las andadas. Esta vez apaleó a trompadas a Torres. La golpeó en especial en la espalda y hasta quiso bajarle el pantalón.

De no ser por la intervención de los vecinos, Torres podría haber muerto. ‘No me voy a retirar hasta verla muerta. Voy a comprar nafta y a prender fuego esta casa’, bramó.

El cuarto escándalo data del 15 de febrero del 2020. Pacheco violó las restricciones legales. Torres dejó la casa para comprar comida para sus hijos. Al volver, halló al cartonero durmiendo plácidamente.

Al escuchar los pasos de Torres, Pacheco despertó y comenzó a insultarla. Tomó un palo de escoba y la golpeó en distintas partes del cuerpo.

Al ver llorar a sus dos hijos, el cartonero dejó de agredir a Torres. Sacó la ropa de Torres y la de los pequeños, la roció con nafta y prendió fuego y huyó.

Un círculo cuasi tóxico en que la víctima siente “lástima”

Mientras Gorostiza va y viene con las “hazañas” del cartonero, Torres suele visitarla y con cierta timidez pregunta: “¿Cuándo saldrá?”

Para los expertos en psicología, la joven camina por los pasillos de la Fiscalía, pidiendo que liberen a Pacheco.

Los profesionales creen ver en esa joven la estampa de una mujer agredida y con un miedo que la ha convertido en rehen del acusado.

Si las fiscales cedieran por víctimas que cambian su perspectiva, muchos golpeadores estarían libres.

Así lo comprende la Fiscalía y se encaminaría a requerir la prisión preventiva de Pacheco, trascendió.

Quedan las últimas pericias para completar la IPP (Investigación Penal Preparatoria) y después Pacheco será llevado ante una jueza de Género.

El pedido de preventiva asoma como un mero formalismo, ante el aluvión de pruebas y ataques contra la integridad física de Torres.

Desde ese escenario, la libertad del cartonero luce más utópica que nunca. l