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EL LIBERAL . El Evangelio

Lectura del Santo Evangelio según San Lucas 6, 36-38

08/03/2020 23:34 El Evangelio
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Lectura del Santo Evangelio según San Lucas 6, 36-38 Lectura del Santo Evangelio según San Lucas 6, 36-38

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

“Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante, pues con la medida con que midiereis se os medirá a vosotros”.

Reflexión

La oración penitencial comunitaria de Daniel en la primera lectura nos prepara para escuchar el texto del evangelio: “Sed compasivos, como también vuestro Padre es compasivo”. Pero, ¿quién se siente preparado para actuar como Dios actúa?

Y a continuación nos da como una especie de vocabulario básico para vivir en cristiano, algo así como las frases fundamentales para entenderte con la gente cuando viajas a un país extranjero: “No juzguéis, no condenéis, perdonad, dad... Dios os medirá con la misma medida con que vosotros midáis a los demás”.

Sólo quien tiene el corazón abierto a Dios y ha experimentado la compasión y el perdón en su vida, es capaz de actuar guiado por esos sentimientos.

Decíamos en el salmo de hoy: “Señor, no nos trates como merecen nuestros pecados..., que tu compasión nos alcance pronto pues estamos agotados”.

En el Reino que Jesús inaugura, hay que ignorar las barreras creadas por afinidades y simpatías naturales. Se trata de adoptar el comportamiento misericordioso de Dios, para recrear una humanidad nueva. El amor del discípulo de Jesús siempre es entendido en el Nuevo Testamento no como un sentimiento, sino como una acción y una tarea, y debe alcanzar incluso a aquellos que no lo merecen: los enemigos, los que te odian, los que te golpean, los que te roban.

Ubicado este pasaje evangélico después del discurso de la Bienaventuranzas, somos invitados como hijos de Dios Padre a ser misericordiosos como él. Al comenzar la segunda semana de Cuaresma, el Evangelio nos recuerda la actitud que hemos de tener con el prójimo, invitándonos a través de las palabras de Jesús a ser compasivos y misericordiosos, a no juzgar y no condenar, a perdonar y a dar.

Luego añade el término “medida” para ayudarnos a entender que esa compasión, misericordia, juicio, condena o perdón que practiquemos con los demás es igual que la que recibiremos del Padre hacia nosotros. A pesar de afirmar que la medida que usemos será la que usen con nosotros, el juicio de Dios no es condenatorio sino que es un juez que nos justifica, y su misericordia nunca nos trata como merecen nuestros pecados, de hecho Jesús afirma que Dios es así: misericordioso y compasivo y su medida es generosa, colmada, remecida, rebosante.

Nuestra invitación para hoy es a ser buenos cristianos: perdonando, no condenando, siendo compasivos, no juzgando, siendo misericordiosos. Somos seguidores de Jesucristo, y sus palabras nos interpelan a preguntarnos por nuestra vida cristiana y nuestro seguimiento a Jesús.l


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