Un detenido por abuso sexual y un docente están involucrados en desaparición de una adolescente

En el marco de la investigación que se inició el pasado 24 de febrero, cuando una mujer se presentó en la Comisaría 14 e informó que su hija de 15 años se había retirado de la casa, la policía realizó allanamientos y trabaja contrarreloj para ubicarla.

Bajo las órdenes del Dr. Hugo Herrera, fiscal interviniente, la División Búsqueda de Personas continúa con la investigación para ubicar a Priscila Alejandra Martínez y por ello hay dos hombres involucrados en la causa.

Pese al hermetismo con el que el representante del Ministerio Público Fiscal trabaja, se supo que uno de los sujetos es un joven que está detenido, acusado de abusar sexualmente de una menor.

Según se supo, se trata de un familiar de la adolescente, quien sería primo de su madre. El joven fue sindicado como la última persona en ver a la joven. Según sus propios dichos ese día 23, él habría llevado a Priscila hasta inmediaciones de una acequia.

Los efectivos, a través de testimonios recolectados, establecieron que el imputado -quien fue detenido días después- había trasladado en su motocicleta a la adolescente. Fueron a unas tres cuadras de su casa y la dejó.

El ahora imputado por abuso sexual con acceso carnal, sostuvo que no le preguntó a la menor hacia dónde se dirigía, y que cuando ella descendió del rodado él se fue a su casa.

Otro de los involucrados es un docente, residente a pocos metros del lugar donde Priscila fue dejada por su pariente. Los policías junto con los investigadores llegaron a su casa. Allí los vecinos relataron que la menor era asidua concurrente a su morada.

A raíz de las averiguaciones, el fiscal solicitó una orden de allanamiento en la casa del acusado, pero en el lugar no encontraron nada que esté vinculado con la desaparición de la menor, hasta el momento.

El Dr. Herrera se entrevistó con el maestro y éste reconoció que efectivamente conocía a la víctima ya que ella trabajaba cuidando a su hija de 10 años, que padece de autismo.

Fuentes cercanas a la causa indicaron que por orden del fiscal, la policía secuestró el celular del docente y otro aparato móvil que el acusado tenía en su casa, propiedad de un supuesto amigo.

La Fiscalía continúa con las averiguaciones y no descarta ninguna hipótesis.

Piden ayuda a la comunidad

La adolescente presenta la siguiente filiación: estatura 1,65 m aproximadamente, contextura delgada, tez trigueña, ojos de color marrón oscuro, cabello largo y negro.

Los uniformados destacaron que como particularidad, la menor presenta dos tatuajes con las inscripciones “Bastian” y “Benjamín” en los brazos y otro en el hombro izquierdo “Claudia”. Se desconoce la vestimenta que llevaba el día que se ausentó, ya que sus familiares no recuerdan haberla visto salir.

Para establecer el paradero y ubicación de esta persona, las autoridades policiales invitan a la comunidad santiagueña a informar cualquier novedad a la dependencia policial más cercana a su domicilio, a la brevedad.

El celular de Priscila podría ser clave para la causa

Entre las medidas ordenadas por el representante del MPF se supo que se ordenó el secuestro del teléfono celular de la menor, quien lo había dejado en su casa antes de retirarse.

Ahora los expertos en informática extraerán toda la información posible del aparato móvil y sospechan que podrían obtener datos que lleven a encontrar el paradero de la adolescente, residente en el barrio Los Lagos.

También los peritos analizarán otros dos aparatos telefónicos secuestrados, entre ellos el del docente.

En los próximos días la fiscalía continuará tomando declaración testimonial a los familiares directos de la menor y a sus amigos.

Según se supo, su madre fue a un vidente que le manifestó que la menor estaba en Las Termas. Los investigadores no descartan ninguna hipótesis y realizan averiguaciones en distintos puntos de la provincia. l