El drama que afecta al plantel de Nicolás

Martín Balteiro es uno de los referentes del plantel de Nicolás Avellaneda, que competía en la División NOA del Torneo Federal hasta que la amenaza del coronavirus obligó a la suspensión.

Hoy está jugando el partido más difícil, no sólo porque la cuarentena obligatoria lo alejó de las canchas sino también porque vive del básquet, desde el punto de vista económico.

“Esto afecta a la mayoría de los chicos. Yo vivo de esto y hay algunos de mis compañeros que trabajan y que juegan. Afecta bastante porque uno está habituado a ir a entrenar, a ir a hacer nuestro trabajo y ahora está parado todo, incluido el tema de sueldos”, comentó Martín, que vive en el barrio Los Integrantes junto con su esposa y dos de sus tres hijos.

“Ahora tendríamos que haber cobrado, pero con el tema del parate, Alejandro (Tarchini) no pudo ir al banco para hacer el depósito. Nos ha dicho que está en cuarentena con sus hijos, no puede salir de la casa”, comentó algo preocupado.

Ante esta situación, el rol del Estado es fundamental. “Sería lo ideal. Nosotros somos monotributistas y hay a algunos que les pagan, pero están en otra categoría (A y B). Yo, por ejemplo tengo otra categoría y no entro”, explicó el pívot santiagueño, como el resto de los integrantes del plantel.

“Estamos ajustándonos a todo esto y se complica. Es bastante duro. Hay que vivir el día a día, tratar de hacer lo mejor para nosotros. Ojalá que el Estado se haga cargo. Sé que está haciendo las cosas bien, pero por ahora no hay para todos. Hay que esperar y encima siento que se va a extender un poco más la cuarentena”, concluyó.

Otro de los líderes del grupo es el tirador Guido Garnica, que tiene otro ingreso al margen del básquet, ya que trabaja en la Secretaría de Deportes de la provincia.

“Es un momento difícil, porque hay algunos jugadores que son chicos, estaban estudiando y vivían un poco del básquet. Y a la par hay una situación de los más grandes, que es la parte que me toca, que nos afecta. Yo soy empleado del gobierno, pero tengo un contrato de locación y los sueldos no son muy altos. Tengo mi familia y se complementaba con el básquet, que era el sueldo de Nicolás, que tampoco es muy alto, pero se vivía normal y tranquilo, llegaba bien al mes. Ahora, con todo lo que está pasando, se nos complicó muchísimo, porque se han parado todos los sueldos hasta que se vuelva a jugar. Hay que aguantar a ver qué es lo que va a pasar con todo esto”, comentó.

Garnica se mostró preocupado por la situación. “Ojalá que la sociedad y el mundo pueda librarse de este virus que se ha propagado y tratar de cumplir lo que nos pide el gobierno, tanto el nacional como el nuestro, de quedarnos en nuestras casas y cumplir con todas las normas de higiene para que no llegue a mayores y podamos continuar con nuestras vidas normalmente”, expresó a modo de mensaje.

“Dios y la Virgen nos den una alegría y se acabe todo esto, que a algunas familias les afecta muchísimo, no por el tema de compartir con la familia, que es lo mejor que hay, pero hay gente que vive el dia a día. Yo también estaba en ese bando antes, de andar día a día buscando la plata para traer a la casa. Esos trabajadores independientes se ven muy afectados con todo esto. Ojalá se solucione pronto para nosotros así podemos seguir con lo que amamos, que es el básquet. Es una situación dura para todos”, cerró el tirador, que integra la nómina de campeones argentinos de mayores.

UNO POR UNO

Martín Balteiro: vive del básquet.

Facundo Prado: trabaja en la carnicería de su padre.

Facundo Coronel: vive del básquet.

Guido Garnica: trabaja en la Secretaría de Deportes de la provincia.

Emanuel Ingratta: trabaja en Unilever como proveedor de Changomas.

Joaquín Lastra: estudiante secundario.

Nahuel Melián: vive del básquet.

Nicolás Ruiz: está muy cerca de recibirse de profesor de Educación Física.

Francisco Rojas: vive del básquet.

Leandro Saavedra: estudiante secundario.

Luciano Sánchez: vive del básquet.

Nahuel Salazar: estudiante secundario.