Dolar Oficial: - Dolar Blue:- Dolar CCL:- Dolar Bolsa: - Dolar Mayorista: -

EL LIBERAL . Santiago

Carta de navegación: Islas Malvinas (última parte)

02/04/2020 21:45 Santiago
Escuchar:

Carta de navegación: Islas Malvinas (última parte) Carta de navegación: Islas Malvinas (última parte)

Amanecer en Puerto Argentino

El capitán Martin Stenzel anunció que habíamos recorrido desde el puerto de San Antonio a Puerto Argentino 2480 millas náuticas era el día jueves 28 de diciembre con cielo despejado todos los controles previos al desembarco se estaban realizando. Poco había dormido esa noche y el reloj sonó temprano pues el desembarco se realizaría escalonado en diferentes horarios según las actividades contratadas, la pantalla del televisor mostraba el plano de las islas y el punto donde había anclado el barco en esa bahía, considerada el mayor cementerio de barcos del siglo XIX, desde luego no en el puerto porque el barco era muy grande, pronto sería la hora del desembarco del grupo de cuarenta personas entre más de tres mil pasajeros y solamente conocía a cuatro o cinco, el matrimonio santafesino , los neuquinos con destino al Cementerio de Darwin.

Previamente había realizado el desayuno en un enorme restaurante bastante placentero y acogedor, a esa hora relativamente tranquilo entonces tuve la posibilidad escuchar la conversación que en español mantenían sin recelo dos empleados del restaurante (el inglés es el idioma obligatorio para todo el personal) sin duda eran latinoamericanos me llamó la atención el más joven quien mientras recogía la vajilla en una bandeja miraba con curiosidad el lugar donde atracaría el crucero e intercambiaba palabras con su compañero con el mentón señaló y dijo: Argentina?, -No, Falkland, -Ah!!! colonia inglesa. –(Primera estocada directo al corazón)-.

Desde la ventana del restaurante había observado algo del operativo para desembarcar, los lanchas iban y venían hacia el muelle, luego guiaron al barco para que se aproximara para el traslado de los pasajeros, ancló bastante alejado del muelle de madera temblorosa que se sacudía ante el movimiento inusual y atendiendo mis pasos levanté la vista y un enorme cartel no dejaba dudas del lugar donde me encontraba y el viaje hasta el puerto en la lancha con capacidad para cincuenta personas no fue un suave balanceo pero tampoco llegó al límite del pánico como los rumores habían pronosticado. Hasta el momento el viaje estaba concretándose a pesar de los nefastos augurios de los informantes.

Este viaje exudaba emoción a cada paso y cada movimiento demandaba concentración, el ruido de la lancha que la masa de agua golpeaba con furia y estremecía los vidrios de babor, desde el interior se percibía el arrítmico ruido del agua que impedía ver la bahía y el muelle tan ansiado. Aunque para alegría de los viajeros un fuerte sol declamaba fuertemente que era hermoso día verano y … sin viento.

El grupo que iría al cementerio ascendió a un autobús de tamaño mediano, un viejo modelo muy publicitado pero carente de comodidades. La ruta que lleva al cementerio ,ruta es demasiado pretencioso, en realidad nos advirtieron que habría baches y polvo, pavimento hubo pero solo unos kilómetros pero el cementerio se encuentra bastante lejos del puerto muy ceca de Goose Green y durante las dos horas y media del trayecto nada de nada impedía ver el horizonte salvo unas pocas ovejas esquiladas que buscaban alimento entre mezquino pasto seco y a lo lejos unos árboles torcidos con la columna rota. Solo el deseo de llegar a depositar las ofrendas contribuyó a soportar tan incómodo viaje. No hubo ninguna estación de servicio, ninguna cafetería o bar, nada solo soledad pero la guía que nos acompañaba contó su vida en la isla y nos entregó para alegría de los desprevenidos agua fresca y la bolsa con el almuerzo bastante frugal un jugo en cajita, una barrita de cereal y un emparedado que sabían a manjar. El calor- sí era un auténtico día de verano y hacía mucho calor- , hizo que los pasajeros solicitaran el promocionado aire acondicionado y cuando el joven local quien oficiaba de conductor, detuvo el vehículo y corrió las compuertas del techo para que entrara aire - todos estallaron en risa. Aire acondicionado publicitado en la folletería!!!!

El Cementerio Argentino de Darwin

Cuando habían transcurrido más de dos horas el vehículo se detuvo y abrió la puerta, nadie nos advirtió que habíamos llegado y era imposible distinguir el Cementerio Argentino de Darwin pues está ubicado en una zona que los locales eligieron precisamente para no verlo , hay que subir un terraplén de más de un metro que luego se extiende en una hondonada que desciende al mar. El cementerio tiene forma de semicírculo en cuyo centro una enorme cruz contrastaba contra el cielo límpido, hacia el lado izquierdo se encuentra el nicho con la imagen de la Virgen de Luján , Patrona de Argentina y hacia la derecha el cenotafio con los nombres de los soldados caídos en Malvinas de todos, no solo de los que están inhumados en el cementerio de Darwin . Esto se hace para preservar el nombre de los allí muertos en este episodio histórico.

En el transcurso de la preparación del viaje a través de la prensa se difundieron acontecimientos trascendentales pues a nivel diplomático entre nuestro país e Inglaterra , se había llegado al acuerdo político - humanitario para identificar los restos de los allí enterrados, de modo que el cementerio estaba parcialmente clausurado con vallas de color naranja donde se habían hecho los trabajos. Recorrerlo todo fue imposible solamente por determinados sectores se podía caminar, no obstante desde los estrechos pasillos hicimos con manos temblorosas y casi sin mirarnos nuestro homenaje, ya tradicional entre los que visitan el cementerio, creamos con rosarios con los colores de nuestra bandera y los colocamos sobre las cruces de los jóvenes soldados. Casi todas las cruces tenían entrelazados los rosarios celeste y blanco , era el mínimo homenaje entre la bruma de las lágrimas y la oración murmurada entre los labios para ellos, los hijos y hermanos argentinos que descansan allí , siempre duele comprobar lo que ya sabíamos que la mayoría aún no había cumplido veinte años y que fueron sin saber hacia donde los llevaban ni por qué y su vida de pronto terminó lejos de sus familias entre el barro, el cruel frío de esas islas y la soledad .

Después de treinta y cinco años un grupo de argentinos unidos por un sentimiento de com-pasión permanecimos en el cementerio, el día invitaba a prolongar la visita en esa tarde de verano, sin nubes, sin viento, con un sol que nos impulsaba a impregnarnos de la de ese sentimiento de hermandad en ese diminuto territorio argentino en Malvinas, es este un lugar histórico porque los familiares de los jóvenes caídos en la guerra decidieron dejar sus restos allí para que nunca los argentinos los olvidemos. Los rosarios celestes y blancos se convirtieron en algo simbólico en el cementerio casi todas las cruces de cada tumba tenían sus rosarios, se veía que alguna más porque seguramente algunos familiares habrían visitado con más frecuencia el lugar. En el lugar que había optado visitar desde hacía largo tiempo, sin planificación previa elegí para mi homenaje en forma equitativa dos tumbas: una identificada y la otra sin identificar. Caminar entre los pasillos y depositar al azar ofrenda en dos tumbas una de un soldado identificado cuyo nombre me reservo y la otra que lleva escrito esto : Soldado argentino solo conocido por Dios .

Una parte del objetivo estaba cumplido pero no era posible acercarse más a las tumbas de esos jóvenes conscriptos pues un equipo antropológico estaba trabajando para identificar a más de cien. El dolor invadía al caminar con un respeto profundo, entre esa calma y silencio tan hondos a pesar de las siluetas dispersas de los compañeros. Conmovidos y de pie sobre el pedestal que eleva la cruz una pareja de argentinos tenían entre sus brazos una enorme bandera argentina que desplegaron, fue sorprendente de pronto un grupo rezagados rodeó a Vicente y Amelia Kunysz, quienes desplegaron la bandera en cuyo nombre murieron aquellos cuyos restos estaban esparcidos en prolijas tumbas de blancas cruces, todo era blanco, las cruces, el muro, la piedra calcárea que recubre todo el cementerio. (Foto del grupo)

Una sombra inesperada pasó sobre el grupo, la tecnología registraba la visita y se elevaba trazando círculos alrededor del cementerio para luego ascender y desaparecer de nuestra vista, tuvimos la reacción instintiva de levantar la cabeza y saludar con la mano sobre el corazón. Tanta emoción nos llenaba los ojos de un brillo particular e inolvidable.

Notas:

1.-Luego de la Guerra de Malvinas los ingleses contrataron obreros chilenos de la región austral (Punta Arenas) y les ofrecieron trabajo en las islas que incluía : buenos sueldos , escolaridad gratis para los hijos y servicios de salud gratis. La guía chilena nos explicó que después de veinte años pudo comprar su casa y ya tenía nietos nacidos en la isla, comentó que estaba muy agradecida porque una hija se había recibido de Asistente social y tenía trabajo, aunque nunca sería jefa en ningún trabajo, eso estaba destinado para los ingleses. Las actividades deportivas y de entretenimiento, cine, hípica, natación, etc., las realizan en las instalaciones para la base militar.

Llegan dos barcos por mes con todos los insumos que necesitan para vivir desde las verduras congeladas hasta los medicamentos, también la ropa hasta las casas desarmadas. En Malvinas solamente se crían ovinos por la lana se contrata personal en territorio chileno solo para la esquila. Otra actividad es la pesca. El turismo es el último emprendimiento.

La salud se atiende en un hospital con servicios mínimos, cuando tienen que hacer tratamiento más complejos se envía a los enfermos en helicóptero al territorio chileno. Idioma oficial y obligatorio: Inglés.

2. Las fotografías cedidas por Dr. Vicente Kunysz quien llevó una bandera argentina desde Ushuaia al Cementerio de Darwin .

3. Homenaje a los héroes de Malvinas video de Juan Ignacio Fenocchio en Instagram o Facebook del autor.

4. Me sorprendió el interés y conocimiento que tienen los latinoamericanos sobre el conflicto por las Islas Malvinas, con seguridad el tema siguió tratándose porque al día siguiente anunciaron una conferencia en el salón más grande del barco, la brindaría el vicecomodoro que había piloteado el último avión que llevó armamentos a las Islas; asistió mucha gente interesada y con acertadas preguntas ampliaron el tema algo a veces difícil de escuchar en nuestro medio. La charla estuvo acompañada por fotografías y solo hubo preguntas de personas que no eran argentinos pero sí latinoamericanos, por ejemplo preguntaron por que Argentina no aceptó la ayuda ofrecida por Rusia.

Lo que debes saber
Lo más leído hoy