Irrumpió semidesnudo en lo de su vecina, le tapó la boca y la amenazó con un cuchillo

Con el torso desnudo, en la oscuridad, un individuo irrumpió en la habitación de una vecina, tapándole la boca para que no gritara, pero fue echado por la dueña de casa armada con un hierro.

El confuso incidente sobrevino en una casa de Los Naranjitos, Alberdi, y movilizó a la policía y un fiscal.

La denuncia fue interpuesta en el Destacamento N° 14 de Santos Lugares.

La presentación fue refrendada por la víctima, de 28 años, en contra de un vecino de apellido Sosa, trascendió.

Reveló que todo pasó mientras dormía en su habitación y su hermana de 12 años lo hacía en otra pieza.

Aterrada

En un momento sintió que le taparon la boca. Abrió los ojos y descubrió a Sosa parado junto a la cama y con el torso desnudo.

Recordó que era el mismo vecino que en octubre del 2019 intentó besarla en la boca a la fuerza, pese a no tener vínculo alguno, clarificó.

Ahora ella gritó y despertó a su hermana.

Ambas le exigieron que explicara el porqué ingresó a la casa sin permiso.

La mujer procuró dirigirse a otra habitación para despertar a su madre, pero Sosa la habría sujetado fuertemente del cuello y del brazo.

Perplejidad

Atemorizada por la situación, la joven buscó defenderse. Le propinó bofetadas en el rostro y un golpe al estómago.

Sosa no se quedó quieto. Habría extraído un cuchillo, advirtiéndole que se quedara quieta, caso contrario la mataría.

En ese instante, la madre de las víctimas despertó y sorprendió al extraño visitante, trascendió.

Quizá sobrepasado en número, el sujeto buscó puertas o ventanas para huir. Esa actitud fue aprovechado por la dueña de casa para golpearlo con un hierro a la altura de la espalda.

“Tenía un olor hediondo”, habría afirmado la mujer luego a los policías, al asegurar que Sosa no estaba ebrio, sino con síntomas propias de haber consumido alguna droga.

“Seguro que quiso manosearme o algo más”, juzgó la joven, acompañada por su familia y detallando lo sucedido a los efectivos policiales.

Reside a 700 metros de la vivienda de la víctima

El sospechoso vive a 700 metros del hogar de ella, de allí el temor que la mujer subrayó a las autoridades policiales.

Al ahondar sobre su situación, habría manifestado que no tiene ni tuvo ninguna relación con él, por lo que resulta desconcertante todo lo ocurrido en las últimas horas.

Protección

Instó a la policía a brindarle protección, “ya que siempre andaba con cuchillos”, aseguró, aportándole un capítulo negro más al escenario de por sí complejo para Sosa.

Agregó que según deslizaron los otros vecinos, Sosa sería agresivo, ya que se dice que acostumbraba golpear a su propio abuelo, con quien convive.

Los policías definirán la suerte del sujeto

El fiscal Martín Silva puso manos a la obra y lo primero que pidió fue la aprehensión de Sosa.

El sujeto ya está privado de la libertad y ahora los policías indagarán en su conducta.

Habrá testimoniales, pericias psicológicas y psiquiátricas, incluido un informe socio ambiental.

Hay piezas faltantes del rompecabezas, cuyas respuestas los policías buscarán desde hoy mismo.

En forma simultánea, el fiscal Silva delinea los primeros pasos y prevé indagar a Sosa, a través de una audiencia virtual.

Mientras tanto, el hombre se llamó a silencio y su única preocupación gira en buscar un abogado que le aporte “una luz al final del túnel”.

En la práctica, Sosa busca la excarcelación, una salida que por ahora asoma no tan prioritaria para los funcionarios judiciales.

Nadie puede aventurar nada sobre él, ante el despertar de la mujer y con él parado en la oscuridad.