Marta Cejas fue ejecutada en Pinto y homicidas no pudieron robarle $ 61.500 que tenía ocultos

él o los homicidas habrían torturado hasta matar a Marta Cejas, convencidos de que guardaba dinero que jamás encontraron en su casa del B° El Tigre, en Pinto, Aguirre. Sin embargo la plata si existía y fue después de requisar la vivienda los policías hallaron $ 61.500.

La señora Cejas fue descubierta sin vida el viernes 24 de abril, a media mañana, y por la tragedia la fiscal Florencia Garzón habría imputado a dos hermanos la figura de “homicidio críminis causa”, reprimido únicamente con prisión perpetua.

Para la ley representa un delito que el autor asesine para tapar o encubrir el robo, explicaron los voceros policiales, es decir la Fiscalía intuye que el fin único fue el robo de dinero.

Según las primeras hipótesis, Cejas había contratado a varios albañiles que realizaban arreglos en su vivienda, entre ellos los dos hermanos aprehendidos.

Se trataría de William y Nicolás Pedraza, con residencia en calle Juana Manuela Gorriti s/n del B° Rivadavia, profundizaron los investigadores. Allí, los policías de Añatuya, Pinto y Criminalística de las Departamentales 13, 14 y de ciudad capital hicieron un trabajo ambicioso, sin descuidar el mínimo detalle. Los allanamientos fueron refrendados por la jueza de Control y Garantías de Añatuya, Gladys Liliana Lami.

Pese a que la fiscal Garzón impuso una infranqueable veda verbal, trascendió que los responsables de la masacre habrían aprovechado que el ingreso a la casa estaba liberado y con el techo derribado.

Pedirán la conversión en detención de ambos

Esta semana, la Fiscalía requeriría la conversión de aprehensión en detención, ya que así lo disponen y exigen las normas vigentes.

En ella, la Fiscalía notificaría a la defensa de las imputaciones que pesan sobre los dos hermanos Pedraza.

Asimismo, comenzarían a correr los plazos para la fijación de fecha de sendas indagatorias.

Hasta entonces, los dos individuos permanecerán alojados en distintas comisarías para evitar que vayan a acordar una salida en común, en procura de desviar la investigación.

Los forenses entrecruzarán ahora información genética de la víctima con los dos sospechosos

En absoluta soledad, Marta Cejas habría sido sorprendida, atacada y abandonada agonizante.

Aún sin subrayarlo, los forenses habrían establecido que Cejas fue ejecutada con un ladrillo, una piedra u otro objeto pesado y contundente.

Los policías trabajaron en su casa con hisopados en distintos lugares, ya que había sangre por todos lados.

Un experto señaló que la víctima ofreció férrea resistencia, se supo.

Por ello, ahora los forenses y profesionales en genética buscan ADN en los dos detenidos y así cotejar la sangre.

Al parecer, fue incautada ropa ensangrentada a los Pedraza. Los genetistas estudiarán si corresponde a ellos, o bien a Cejas.

Del mismo modo, la ciencia será vital para analizar las uñas de la víctima, ya que al defenderse habría arañado a su o sus homicidas.

El cuerpo “habla”

Los forenses determinaron la existencia de “politraumatismo grave con traumatismo facial y de cráneo con hundimiento del mismo, compatible con un elemento contundente. Diversas heridas defensivas en manos y piernas”.

El horror nutrirá a la ciencia de pruebas científicas, cuyo propósito es llegar al o los homicidas de la mujer.

Los forenses trabajaron en los dos hermanos Pedraza, buscando lesiones o cualquier detalle, capaz de conducirlos hacia un ADN, o una lesión compatible con la odisea y muerte de Cejas.

Todas las pruebas fueron enviadas a un laboratorio de capital, a fin de que los profesionales aportaran a la fiscal los recursos que fortalezcan o derriben su teoría.

Mientras tanto, Garzón dispondría hoy una batería de medidas, ya que la investigación recién comienza.

Tiene a dos sospechosos, pero conoce a la perfección que ella debe demostrar su eventual culpabilidad, mas no ellos su pretendida inocencia.