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Máximo, el gladiador adolescente que superó un ACV

M�ximo Villalba
Montoya vistió
la camiseta de
Santiago en el
campeonato
argentino U13 en
San Luis

Máximo Villalba Montoya vistió la camiseta de Santiago en el campeonato argentino U13 en San Luis.

17/05/2020 00:48 Deportivo
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Máximo, el gladiador adolescente que superó un ACV Máximo, el gladiador adolescente que superó un ACV

Máximo mira el estadio Ave Fénix de San Luis como si fuese el Coliseo romano. Siente nervios, angustia, pero la camiseta de Santiago le da orgullo, valentía. Tiene 13 años y está a minutos de jugar su primer partido en un campeonato argentino. Enfrente, Mendoza. En platea, Marcelo, su padre. Año 2019.

El “Flaco” Paz, su entrenador, le ordena iniciar en cancha, integrar el quinteto inicial junto con Franco Bruno, César Martínez, Lucas Portillo y Esteban Pérez. Todos están nerviosos. Y miran cómo cinco mendocinos, todos de buena talla, se acercan para el salto inicial.

El Campeonato Argentino U13, que se jugó el año pasado en San Luis, fue la primera experiencia de “Maxi” a nivel nacional, pero debió trabajar mucho para ganarse un lugar.

Arrancó a los 9 años en Independiente BBC, pero sólo estuvo un par de meses. A la semana de haber cumplido 10, empezó con vómitos y dolor de cabeza. Sus padres, Marcelo y Eugenia, lo llevaron al Cepsi, pero como los médicos pensaban que era una migraña, le dieron el alta. Al día siguiente, sufrió un accidente cardiovascular (ACV).

“Lo internaron en la terapia intensiva en el Cepsi y lo llevaron de urgencia a Buenos Aires. Maxi tiene una malformación artero venosa, congénita, que se le manifestó. Estaba el avión sanitario a disposición, pero no teníamos cama en el Hospital Garraham. Tuvo que intervenir el Dr. Gerardo Zamora, que estaba de senador en esa época, para que lo puedan recibir”, recuerda Marcelo Villalba, su padre y ex jugador de Inti Club, Red Star, Huracán y Juventud BBC.

“Maxi” estuvo casi un mes y medio en terapia intensiva, porque el derrame se había producido en una zona imposible de operar. La única opción era una embolización, que estuvo a cargo del Dr. Flavio Requejo, jefe de la sección neurointervencionismo del Hospital Garraham.

“Cuando le hacen la embolización, tuvo otro ACV y se le produjo hidrocefalia. Se le llenó la cabecita de líquido, le tenían que hacer un drenaje externo. Si bien es cierto con la madre hemos tocado fondo, pero él la ha peleado todo lo que podía”, comenta Marcelo, al borde de la emoción. “Gracias a Dios le han podido tapar un 70 por ciento la lesión y empezaron a hacerle estudios, que se llaman angiotomografías”, agrega.

El papá de “Maxi” quedó sorprendido por cómo se fueron desencadenando los acontecimientos. “Podría hablar un día entero de lo bueno que es el Garraham, lo que se movió la gente de Santiago y el gobernador. Nos encontramos con un hospital que es como una ciudad y la atención de primer nivel. Es algo que nosotros no estábamos acostumbrados”, comenta reconfortado.

Sin secuelas

Cuando le dieron el alta, “Maxi” quedó sin secuelas. ¡Milagro! Junto a papá y mamá, volvieron a Santiago y se reintegró a la Escuela David Mc Taggart (Santa Fe y Braille), que tiene una orientación ecologista campamentista. Todo volvía a la normalidad.

“Maxi” pidió volver a jugar, pero esta vez en Quimsa, porque tenía un compañero (Alejo) que iba a la escuela de básquet Miguel Cortijo. Sus padres accedieron.

“Era quedar así o hacer la vida normal, porque no se sabe si en algún momento se le va a volver a producir un sangrado. No le afecta que haga deporte, porque le puede pasar viendo tele, durmiendo, o andando en bici. No hay nada que pueda a hacer para que influya en eso”, explica su padre, que por ser hombre de básquet, se encargó de llevarlo todos los días a entrenamiento en el estadio Ciudad.

Sin embargo, con el paso del tiempo, Marcelo dejó de quedarse a ver el entrenamiento por razones laborales y no pudo ser testigo de los progresos de su hijo en el juego, aunque advirtió un cambio: creció varios centímetros.

Un día fue a buscarlo de la práctica y padre e hijo entablaron el siguiente diálogo.

Maxi: Hola, pa! Me ha dicho el Profe (Marcelo Zanni) que estoy en la preselección de U13.

Marcelo: ¡Qué bueno! Te felicito hijo.

Al otro día, Marcelo fue al Ciudad y esta vez ingresó, porque no podía creer lo que había dicho su hijo. Se cruzó con el entrenador de la categoría U13 en Quimsa y constató la noticia. “Maxi” había mejorado muchísimo y había sido convocado por la Federación.

El Campeonato Argentino de San Luis comenzaba el 20 de octubre del 2019, pero antes debía pasar por el quirófano del Garraham, justo en el momento en que el “Flaco” Paz estaba realizando los “cortes” en la preselección.

“Se le plantó al médico y le decía que en esa época no quería. Te imaginas lo que es el Garraham con las operaciones, tienen un mundo de gente y él peleaba con el médico porque quería que le pase para más adelante porque no iba a poder estar en el Argentino”, recuerda Marcelo con una sonrisa.

“Maxi” logró el cambio de fecha, pero igualmente aprovecharon su estadía en Buenos Aires para hacerle un estudio, que incluía la colocación de un catéter, y tenía que permanecer dos semanas sin hacer nada.

“Cuando volvimos, a los 5 días ya quería ir a entrenar. En su cabeza estaba que el “Flaco” Paz no lo iba a tener en cuenta. No pasó ni una semana y se fue a entrenamiento. Terminó quedando”, cuenta Marcelo, que no podía perderse ese campeonato. ¡Por nada!

En San Luis

El debut fue con Mendoza, en el Ave Fénix, con “Maxi” en el quinteto inicial y con Santiago metiendo un parcial de 5 a 2 en los primeros minutos. Franco Bruno lanzó, “Maxi” tomó el rebote ofensivo y metió sus dos primeros puntos en un campeonato argentino. ¡Emocionante!

“Antes del inicio me sentía nervioso, con angustia, porque era mi primer partido en la selección y mi primera experiencia. Entré y jugué 10 minutos. A Mendoza le íbamos ganando, pero como que nos hemos decaído y nos han dado la vuelta el partido”, comenta Máximo, que usó la camiseta N° 5.

Santiago terminó tercero en la primera fase, tras perder dos partidos (ante Mendoza 68 a 62 y Chaco 112 a 65) y ganar uno (ante San Luis por 78 a 21). En la zona Estímulo cayó ante Chubut (71 a 68) y Río Negro (63 a 49).

Hoy, con 14 años, Máximo permanece en cuarentena en su casa del barrio Siglo XXI, a la espera de volver a pisar una cancha de básquet. Tiene muchos sueños por cumplir y más batallas que pelear, pero sólo los que juegan este deporte están listos para entender esta conversación.


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