¿Ya saliste a correr? Los 5 consejos clave para que no te duela todo el día después ¿Ya saliste a correr? Los 5 consejos clave para que no te duela todo el día después
Triunfó el lobby runner. El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, anunció –entre otras flexibilizaciones de la cuarentena por coronavirus en Buenos Aires- que a partir del lunes 8 de junio se puede salir a correr y hacer ejercicio físico por la noche, en el horario de 20 a 8, de lunes a domingo, con ciertas restricciones.
Según detalló Larreta, “se puede salir a hacer ejercicio, caminar, hacer bicicleta, con protocolos, no más de dos personas, sólo dentro del área barrial”, precisó.
Y garantizó que se reforzará la seguridad nocturna en los parques porteños.
Punto por punto: cómo salir a correr en cuarentena
En conferencia de prensa, Larreta precisó el protocolo para salir a correr, andar en bici o hacer
caminata aeróbica desde el lunes 8 de junio.
Entre las 20 y las 8 de la mañana.
No más de 2 personas.
Distanciamiento mínimo de 2 metros.
El tapabocas no es de uso obligatorio mientras se realiza la actividad.
Se mantiene restringido el uso de las postas aeróbicas.
No está permitido el traslado en auto o transporte público para hacer ejercicio.
Cómo volver a correr en la cuarentena
"Adaptación. Esa es la primera palabra que debemos pensar a la hora de reanudar los
entrenamientos o salir a correr luego de la cuarentena por coronavirus. Así como
adaptamos nuestro entrenamiento al ‘puertas adentro’ cuando comenzó el
aislamiento, también debemos hacerlo en este momento en que las reglas de juego comienzan
a flexibilizarse. Adaptar nuestro organismo y al mismo tiempo adaptarnos a ‘negociar’ entre ‘lo
que queremos’ y ‘lo que podemos’, para no fatigarnos, sobrecargarnos en el primer intento y
evitar (o prevenir) una lesión temprana".
Ese es el primer consejo (y reflexión) que propone María Belén Roccuzzo, profesora de educación física con especialización en
rehabilitación por el ejercicio (Universidad Nacional de La Plata).
Como muchos entrenadores personales, desde que se decretó el aislamiento social preventivo
obligatorio, Roccuzzo ''''mudó'''' su asesoramiento al mundo virtual. Por un lado, guiando a su
comunidad de alumnos con clases diarias online y, además, compartiendo información práctica
en su cuenta de IG y FB (mbrfit.360).
"Antes de reiniciar cualquier práctica deportiva la primera pregunta que debería formularme
y responderme con franqueza es: ¿Qué hice en estos casi 80 días? Depende de cuál sea la
respuesta será el modo en cómo tendré que abordar mi nuevo entrenamiento ‘puertas afuera’.
Dependerá de quiénes continuaron en movimiento con el mismo tipo de entrenamiento o
quienes sí o sí debieron modificar tanto el tipo como el nivel de intensidad. Ser conscientes de
nuestro ‘nivel actual de aptitud física’ es la primera medida fundamental para retomar, siempre
paso a paso", señala Roccuzzo.
Para que el regreso a las pistas sea saludable, Roccuzzo aconseja respetar más que nunca estos
5 principios del entrenamiento:
1 - Individualidad (o bioindividualidad)
Ejercitarse de acuerdo a las características propias tanto físicas (o motoras) como mentales (o
psicológicas). Entrenar de acuerdo a nuestras capacidades y necesidades actuales.
Tener en claro que nunca es recomendable seguir (o copiar) las rutinas generalizadas que
aparecen en las redes sociales, o querer imitar el entrenamiento de un amigo, por ejemplo.
Tampoco querer lograr rápidamente los mismos resultados que antes del inicio de la pandemia.
En ese sentido, lo más aconsejable es contar con la ayuda de un profesional idóneo que antes
de reiniciar los entrenamientos nos evalúe para que la planificación sea óptima y esté
confeccionada a medida.
En caso, de no ser posible, es fundamental e imprescindible ponerse
metas cortas, concretas y progresivas, acordes a tu individualidad actual. De nada sirve
querer volver a correr 10 kilómetros en menos de 40/50 minutos como antes del inicio de la
cuarentena, por citar un ejemplo, en la primera salida.
¿Cuál es la meta que establezco para la primera semana de salir a correr? En primera instancia,
ver cómo nos sentimos, en qué condiciones nos encontramos luego de más de 2 meses sin
calzarnos las zapatillas y salir al cemento (o al pasto) con continuidad de tiempo y espacio.
Es recomendable que la nueva ''''primera vez’ sea a manera de autoevaluación para luego, a
partir de allí, planificar de forma correcta nuestros próximos entrenamientos.
2- Tener en cuenta el sentido de la progresión
Todo junto y al mismo tiempo no se puede. Todos los progresos deben alcanzarse de forma
escalonada, es decir, en forma continua pero gradual. Desde lo más sencillo a lo más
complejo, de lo conocido a lo desconocido, de lo menos intenso hacia lo más intenso. Si se
respeta este gran principio, los resultados llegarán antes de lo esperado.
Es decir, paciencia y
continuidad son dos de las grandes claves. Incluso, si respetamos el ‘paso a paso’ duplicaremos
luego los logros conseguidos antes de la cuarentena. ¿Por qué? Nuestro organismo necesita que
el entrenamiento sea una combinación justa de estímulos con pausas.
Estas últimas serán
las encargadas de producir las adaptaciones necesarias para que, en las siguientes sesiones de
entrenamiento, el rendimiento sea mejor (o mayor).
3- Continuidad
Sistematicidad y regularidad son palabras que hablan de ‘organización’.
Estamos ante una
nueva oportunidad de organizarnos, de agendar, de hacernos un espacio y tiempo justo para
que entrenar sea una prioridad en nuestras vidas.
Generar un hábito para aquellas personas que
aún no lo tienen como así también, mantener el nivel y la regularidad para quienes ‘siguieron
activos’. Planificar una frecuencia de entrenamiento semanal regular. La misma no debe ser
menor a dos o tres estímulos por semana. Esa es la base para alcanzar los objetivos y los
beneficios de ‘moverse’ y entrenar. En esta oportunidad inminente es fundamental el buen uso
del tiempo: calidad y no cantidad.
4- Intensidad
Es necesario ejercitarse con un nivel suficiente para provocar que el metabolismo y todos los
sistemas del cuerpo se activen y funcionen de la mejor manera.
Si se entrena a un nivel más bajo que nuestro nivel actual no se provocará ninguna respuesta.
Tampoco es necesario llegar al otro extremo y trabajar a una intensidad demasiado fuerte y
excesiva por el afán de recuperar el tiempo perdido y lograr todo lo que hasta ahora no se
consiguió. La gran clave es entrenar con una intensidad acorde a tu nivel hoy, con estímulos
progresivos.
La intensidad puede ser baja, media u alta según el nivel de cada uno. Hay quienes
retornarán desde una intensidad suave para luego alcanzar su media de entrenamiento y hay
quienes deberán iniciar con una intensidad más fuerte porque poseen un nivel avanzado en su
condición física.
¿Cómo se puede medir esto? A través de la frecuencia cardíaca. Una gran recomendación es
aprender a tomarse el pulso cada vez que salimos a correr.
Otro parámetro a tener en cuenta es la llamada Escala Subjetiva de Esfuerzo. Se trata de
chequear o estar atentos a las señales o signos que va manifestando nuestro cuerpo. Ellos son:
el grado de sudoración, el color de nuestra piel, en especial el tono en nuestro rostro, la
frecuencia de nuestra respiración, la claridad de nuestra voz al querer hablar mientras se
entrena o al realizar una pausa, y el cansancio (o sensación de fatiga) en nuestros
músculos.
5- Especicidad
La mejora del rendimiento deportivo es más elevada cuando se utiliza un trabajo específico de
la actividad elegida. Llegó el momento que todo atleta o runner esperaba con ansias, de
poder -de a poco- entrenar de forma específica en la especialidad o disciplina que eligió por
motivación, gusto personal o gran capacidad técnica y física.
Simultáneamente, pensar en volver (o retornar) a un entrenamiento específico no significa que
tengamos que anular (o dejar de lado) todo lo que estuvimos haciendo hasta ahora.
Por
ejemplo, las horas ‘invertidas’ en nuestras casas, los ejercicios de fuerza que realizamos con
nuestro peso corporal (denominado entrenamiento funcional) o con el uso de pesas que
armamos con los elementos de la vida cotidiana (botellas de agua, libros y mochilas con
cargas).
Una cosa no quita a la otra.
Para poder correr más y mejor, disminuir los tiempos, mejorar
nuestro rendimiento o performance y evitar lesiones debemos potenciar y mantener los
entrenamientos de fuerza generales y específicos en el gimnasio (provincias habilitadas),
en nuestras casas o al aire libre.
Más allá de la cuarentena existe un ideal de entrenamiento físico. ¿Cuál es y cómo
reconocerlo? Es ese entrenamiento que se adapta mejor a cada persona, que permite lograr los
objetivos y metas en forma progresiva, y que, además, potencia el rendimiento para las
actividades de la vida diaria y para el deporte (o entrenamiento) elegido.
Ese training ‘óptimo’ posee una planificación ordenada e integral que contemple los
estímulos de ejercicio con el descanso, nutrición e hidratación adecuada. De esta forma, se
podrá mejorar y mantener un nivel óptimo de aptitud física.
Cómo evitar lesiones al salir a correr en la cuarentena
"Desde que arrancó la cuarentena, muchos de los que practican deporte esperaban el
permiso para salir a correr. Para aquellos fanáticos de esta actividad, no alcanzaba con las
clases de funcional que se brindan actualmente en las distintas plataformas. Había algo que les
faltaba para ser felices. A partir del permiso del gobierno porteño para salir a correr, comienza
una nueva etapa para aquellos que cambiaron la adrenalina de entrenar en gimnasios y
parques por la comodidad del balcón o de la habitación. Pero ojo: si algo debemos de
aprender de este tiempo de encierro es que ya no somos los mismos fondistas de hace 70 días
ni tampoco el aficionado que trababa de mejorar su marca de 10 km todas las semanas",
advierte Juan Di Martino, profesor de educación física y director de Cross Force.
Por empezar vayamos de a poco. Sabemos que el confinamiento es un gran influyente de la
sarcopenía (pérdida de masa muscular) y la osteopenia (perdida de la densidad ósea), es por
eso que estamos más propensos a lesionarlos.
Antes de comenzar cualquier sesión de running te recomiendo realizar ejercicios que activen
la movilidad articular y así ir logrando un aumento gradual de la FC, disminuyendo la
viscosidad muscular y así reducir los riesgos de lesiones.
Recordá que hace 70 días que no hacés running: tu FC en reposo cambió, por ende tu FC en el
ejercicio también. Por eso te sugiero que no busques encontrar los mismos tiempos que
realizabas antes del confinamiento, sino tratar de buscar distancia a un ritmo constante.
Cuanta mayor velocidad menos distancia; y acá el problema es que con la pérdida de masa
muscular a más velocidad, más riego de lesión.
Luego de cada sesión de running, reforzá la elongación. Es una fase fundamental del
entrenamiento.