A 65 años del bombardeo de Plaza de Mayo, que tuvo como protagonista fatal a un santiagueño

El país conmemora hoy una de las páginas más negras de su historia: el bombardeo a Plaza de Mayo. Fue cuando un grupo de militares de la Marina en un intento para derrocar al general Juan Domingo Perón, arrojó (desde aviones Gloster Meteor de la Armada) bombas contra la Casa Rosada, el Ministerio de Defensa y el tradicional paseo. El intento de golpe fue repelido, pero les costó la vida a 364 personas, la gran mayoría civiles, y dejó un saldo de 800 heridos.

Este sangriento episodio de la historia argentina tendría como protagonista a un santiagueño, el joven granadero Pedro Leónides Paz. Como integrante de esa agrupación tenía como misión custodiar al Presidente y la Casa Rosada, el enfrentamiento con los revolucionarios lo llevó a la muerte, producto del estallido de una bomba en el puesto al que fue asignado. En una recopilación confeccionada en 2005 por el área de Investigaciones Históricas dependiente de la Dirección Nacional de Gestión de Fondos Documentales del Archivo Nacional de la Memoria (dependiente del Ministerio de Justicia y DD.HH. de la Nación), se mostró un documento que señala que Pedro Leónides Paz murió por “hundimiento de cráneo”.

Ese año, 1955, cinco meses antes, este joven santiagueño oriundo de Colonia Mercedes, localidad cercana a Sumamao, departamento Silípica, se despedía de los suyos. Con 20 años (durante el servicio cumplió los 21), debía viajar a Buenos Aires ya que salió sorteado para el Servicio Militar Obligatorio. Por su altura y porte pasó a integrar el famoso Regimiento de Granaderos. Según relataron sus familiares y amigos, las ganas por conocer Buenos Aires y saber que tendría que custodiar al presidente Perón lo llenaban de felicidad.

Cinco meses después Pedro se encontraría en la Casa Rosada, recibiendo instrucciones de sus superiores de proteger con su vida al Presidente y la Casa Rosada de los revolucionarios.

Y Pedro cumplió con su deber aunque eso lo llevó a la muerte. Hoy su tumba se encuentra en Sumamao (Silípica) y en homenaje a su memoria, una de las aulas de la Escuela N° 15 de Sumamao, Juan B. Lavaisse, lleva su nombre (proyecto del diputado mandato cumplido Ramiro López Bustos del bloque 17 de Noviembre). Allí este héroe anónimo cursó sus estudios primarios. Como reconocimiento, años después el Ejército enviaría a su familia un gorro de Granaderos que guardan como el tesoro más preciado.

El principio de la caída del gobierno del Gral. Perón

En aquel jueves nublado y frío del 16 de junio de 1955, una multitud contemplaba el desfile militar cuando a las 12.40, el cielo se ensombreció ante la presencia de 40 aviones de la Aviación naval y de la Fuerza Aérea que comenzaron a dejar caer bombas sobre la repleta Plaza de Mayo y la Casa Rosada.

Perón se refugió en los subsuelos del edificio Libertador y consiguió de esta forma salvar su vida. El bombardeo cesó a las 17.40 y los atacantes huyeron a Uruguay, donde fueron recibidos por el presidente Luis Batlle, que les concedió asilo político.

Las tropas del Ejército que permanecían leales a Perón sofocaron el levantamiento. En agosto, el consejo de guerra declaró culpables a los principales cabecillas de la rebelión, pero el gobierno no pudo sofocar el clima insurreccional dentro de la Fuerzas Armadas. Finalmente, el 16 de septiembre, los golpistas se imponían tras días de enfrentamientos y Perón partía a un exilio que se prolongó hasta 1974.l