La camiseta argentina que fue aprobada para Italia ’90 pero nunca se usó

Si uno piensa en la selección argentina, enseguida se le viene a la mente la imagen de la tradicional camiseta a bastones blancos y celestes. Sin embargo, todo pudo ser diferente para el Mundial 1990, uno de los más recordados por los hinchas: la vestimenta que fue aprobada pero nunca llegó a usarse.

Argentina venía de tener su aventura con la empresa francesa Le Coq Sportif, que la vistió en los Mundiales de España 82 y México 86. La última competición oficial de la mano del gallito fue la Copa América 89, antes de que la compañía alemana Adidas retornara y acaparara la escena hasta la actualidad, con un breve intervalo en los años 99 y 2000 en los que la británica Reebok selló su signo.

Restaban algunos meses para que se levantara el telón en la Copa del Mundo en Italia, en la que el equipo dirigido por Carlos Salvador Bilardo defendería el título, cuando el diseñador de moda y experto en marketing, Oscar Tubío, tomó contacto con las autoridades de la Asociación del Fútbol Argentino para cambiar por completo el modelo de la insignia nacional. El Comité Ejecutivo de la AFA había aprobado como “alternativa” en 1986 a la camiseta diseñada por el hombre que, paradójicamente, nació el mismo día (3 de junio) que Manuel Belgrano, creador de la bandera. Fue justo después de la conquista de la segunda estrella mundial.

“Maradona y el resto de los jugadores estaban enamorados de la camiseta con la bandera argentina y el sol. Hasta al presidente Menem le gustaba”, contó Tubío. Incluso lograron aprobar la Ley N° 23.208 sancionada en 1985, que autorizó la libre utilización del sol en la bandera argentina, dejando sin efecto todas las prohibiciones existentes hasta la fecha. En su primer mandato, Juan Domingo Perón había aprobado su aplicación solo en colegios e instituciones nacionales y/o militares.

La idea llegó así hasta Julio Humberto Grondona y ahí fue cuando cayó. Al presidente de AFA no le gustó para nada que hayan molestado a Raúl Alfonsín, presidente de la nación. Además, le explicó que creía imposible que Carlos Bilardo, entrenador del combinado nacional por entonces, aceptara un cambio tan radical luego de haber sido campeones del mundo con el modelo habitual.

Finalmente Argentina jugó con la clásica y el sueño del diseñador -al igual que el de varios simpatizantes que ya se habían hecho la idea- quedó frustrado. Diego Maradona, entre otros grandes de la selección, se dio el gusto de usarla en un amistoso de 1994, en cancha de Ferro, en un partido solidario por la hija del Pato Fillol que sufría de anorexia. También llegó a utilizarla ni más ni menos que Charly García, en uno de sus recitales noventeros.