Diez años de prisión para un violador por abusar durante años de su pequeña hija

Un vendedor de pan casero fue condenado ayer al mediodía a diez años de prisión, al ser hallado responsable de ultrajar sexualmente a su propia hija entre los 8 y los 10 años.

En un fallo lapidario fue definida la suerte final de Andrés Alejandro Torres, a quien los vocales Margarita Piazza de Montoto, Fernando Viaña y Alfredo Pérez Gallardo (presidente) responsabilizaron por el delito de “abuso sexual con acceso carnal”.

Según la investigación a cargo de la fiscal Andrea Juárez, la pequeña tenía ocho años cuando sus padres se separaron.

Orfandad familiar

Su madre se retiró de la vivienda y comenzó una nueva vida. En tanto, la nena quedó con su padre, quien se ganaba la vida vendiendo pan casero.

Con los meses, el individuo habría empezado a meterse en la cama de la niña y a manosearla. La excusa habitual fue el alcohol, estado en el que terminó sometiéndola sexualmente.

La dimensión de las calamidades sexuales adquiría estrecha semejanza con la soledad, tristeza y desazón de la niña, alejada de otros familiares y amigos.

Fue una docente quien se apiadó de la víctima, al contemplarla deambulando ensimismada en su amargura, señalaron los protagonistas en las audiencias ventiladas en forma privada.

Carta de ayuda

“Necesito que me ayuden”, escribió un día la niña. Para entonces, tenía 10 días, pero sus ojos eran el reflejo de un “alma en pena”. La maestra habló con ella. En absoluta reserva, la escuchó hablar y llorar. Por lógica, la docente lo informó a sus superiores y en menos de 48 horas la familia de la alumna fue interiorizada del suplicio y pesadilla que padecía.

Sin perder el contexto social, emocional y penal, la fiscal Andrea Juárez le cayó con todo el Código Penal a Torres, para quien requirió una condena de 15 años, adosándole a la figura de “abuso sexual con acceso carnal”, los agravantes de convivencia, daño psicológico y su condición de padre, reprimidos con una condena mínima de 8 y máxima de 20 años.

Después de merituar también el pedido de absolución de la defensa, el tribunal dictó la sentencia y condenó a Torres a 10 años de prisión.