Niño de 11 años se enojó con su madre y recorrió sesenta kilómetros en bicicleta para quedarse en casa de su padre

Llorando y con frío, un niño de 11 años recorrió 60 kilómetros para quedarse con su padre en Villa Atamisqui, tras una discusión con su madre, en la ciudad de Loreto.

De acuerdo con el procedimiento que coordinaba anoche la fiscal Norma Matach, el protagonista es un niño que reside en el B° Remanso, de Loreto.

Cerca de las 20:30, los policías lo interceptaron pedaleando a pocos kilómetros de Villa Atamisqui.

Llevaba puesta una mochila con un poco de ropa, pan y una gaseosa, trascendió.

Los policías le pidieron que se detuviera y lo condujeron hacia el Destacamento N° 3 de Villa Atamisqui.

Ante los funcionarios policiales,desgranó una historia de agresiones y discusiones que decidió poner fin.

Negativa total

“No quiero quedarme más con mi mami; quiero irme con mi papi”, afirmó, en alusión a un vecino de Villa Atamisqui.

Urgente, la fiscal pidió hablar con la madre y el padre, ya que era imposible consensuar una salida que fuese aprobada por todas las partes.

Al declarar ante la policía de Loreto, en la Seccional N° 27, la madre del menor afirmó que debe volver con ella, ya que su ex pareja no era la mejor elección para el niño.

Sin embargo, chocó una y otra vez con la férrea resistencia del niño, resuelto en que los policías lo dejen llegar a la casa de su padre.

Por su parte, el adulto no opuso objeción alguna y aceptó que su hijo fuese a su casa.

Sin embargo, por estas horas la fiscal estableció que el menor vaya con su madre.

La Dinaf

Matach clarificó que la decisión es temporaria, hasta tanto la Dirección de la Niñez, Adolescencia y Familia (Dinaf) investiguen y definan qué es lo mejor para el chico.

Hasta entonces, la madre será monitoreada por la Fiscalía y la Dinaf, ya que el menor ofreció argumentos contundentes para irse a vivir con el padre.

Ahora, sobreviene la lucha por la patria potestad del niño, ya que emerge un evidente conflicto porque éste no quiere quedarse con su madre.

De no arribarse a una solución equitativa, nadie descarta que de la Dinaf las partes acudan, con su problema, ante un Juzgado de Familia.

Allí, sería un juez quien resuelva qué hogar es lo mejor para el niño, con testimonios, pericias y un socio ambiental, mediante. l