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EL LIBERAL . Opinión

Libres de todo miedo

15/08/2020 21:00 Opinión
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Libres de todo miedo Libres de todo miedo

Quienes han sido sobreprotegidos por sus padres en la niñez suelen crecer con un “yo fracturado”. Como consecuencia experimentan miedos, propios y ajenos. Es por ello que deben hacer un gran trabajo interior, con ayuda si es necesario, para sanar sus heridas, superar esos temores que los paralizan y aprender a confiar en sí mismos. Cuando lo hagas sabrás que sí podés, que sí lo vas a lograr y que sí es posible para vos.

Pero para lograrlo, el primer paso es ser conscientes de la necesidad de cambiar. Y no todo el mundo está dispuesto a hacerlo. Porque cambiar implica abandonar algo para obtener algo mejor. ¿Cuándo cambia de verdad un ser humano? Por lo general, frente a una situación adversa que viene a enseñarle una lección que no puede ser evitada, por mucho que lo intente.

Estas son las dos maneras en las que la mayoría de las personas son transformadas:

a. A través de las consecuencias de sus propias acciones.

b. A través de los ejemplos de las lecciones de otros.

Absolutamente todo lo que nos sucede a nosotros y a los demás es un potencial “maestro” para nuestras vidas y lo que nos permite ir sanando nuestro yo de todas las heridas que podamos arrastrar desde niños.

Te invito ahora a concentrarnos en un “yo sano”. Para lo cual debemos tener en cuenta tres elementos. A saber:

1. La autoimagen: Cómo nos vemos a nosotros mismos

¿Te ves bien? ¿Te aceptás a vos mismo, a vos misma? ¿O te ves mal? ¿Qué pensás de tu intelecto? Esa es tu autoimagen.

2. La autovaloración: Cuánto pensamos que valemos

¿Pensás que tenés valor? ¿Creés que sos importante? ¿O pensás que los demás son mejores que vos? ¿Sabés quién sos y el valor que poseés? Esa es tu autovaloración.

3. La autoconfianza: Lo que sabemos que somos capaces de hacer

¿Creés que tenés la capacidad de hacer grandes cosas? ¿Sos consciente de tus puntos fuertes, y también de tus puntos débiles? ¿Reconocés tu fortaleza? ¿Y tu potencial? ¿O creés que no sos bueno para enfrentar nuevos desafíos? Esa es tu autoconfianza, la cual es fundamental para alcanzar nuestras metas y objetivos y para no avergonzarnos de nuestros errores.

Volvamos al comienzo…

Quienes han sufrido la sobreprotección tal vez tengan una buena autoimagen, pero en la mayoría de los casos no se dan el valor que en verdad tienen (se creen menos que los demás) y/o no confían en sí mismos y en todo lo que son capaces de hacer en la vida, si solo se lo proponen y se esfuerzan para ello.

Estas inseguridades en nuestra estima nos convierten en algunos casos en adultos temerosos y no nos permiten avanzar como nos gustaría. “¿Por dónde comienzo a sanar mi autoestima entonces?”, quizás te preguntes. Menospreciando, no dándole más crédito, a todos esos dichos negativos que han hablado sobre nosotros.

Para ser libres de todos los miedos, ya sea que nos pertenezcan o no, necesitamos dejar de creer (y repetirnos) esas frases negativas que se enfocan en nuestro lado débil y solo nos descalifican. Por el contrario, pongamos el foco en todo lo bueno que hay en nosotros, que es mucho más de lo que pensamos, y pronto nos daremos cuenta de que somos capaces de lograr todo lo que nos propongamos. Tendrás un yo sano en sus tres elementos y serás imparable porque habrás superado miedos propios y ajenos.


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