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Un día muy especial la leyenda del básquet santiagueño, Miguel Alberto Cortijo

Miguel recorrió el mundo a través del b�squet pero volvió a su provincia para enseñar a los chicos

Miguel recorrió el mundo a través del básquet, pero volvió a su provincia para enseñar a los chicos.

22/08/2020 00:24 Deportivo
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Un día muy especial la leyenda del básquet santiagueño, Miguel Alberto Cortijo Un día muy especial la leyenda del básquet santiagueño, Miguel Alberto Cortijo

Superada la medianoche, las redes sociales se colmaron de saludos hacia Miguel Alberto Cortijo, uno de los mejores jugadores de básquet que dio Santiago del Estero y que recorrió el mundo representando al deporte argentino.

Miguel, que hoy cumple hoy 62 años, volvió a radicarse en la “Madre de Ciudades”, luego de una larga y exitosa carrera deportiva, que tuvo sus momentos de mayor esplendor en la década del 80, cuando se convirtió en el mejor base armador del país y llevó a Ferro Carril Oeste al tricampeonato de Liga Nacional.

Tras los inicios en el desaparecido Inti Club, que ayer cumplió 89 años de su fundación, Miguel fue reclutado por León Najnudel y terminó de formarse como jugador en Ferro, que dominó la competencia durante varias temporadas.

En su carrera deportiva también vistió las camisetas de Peñarol de Mar del Plata, Boca Juniors, Siderca de Campana, Independiente de General Pico y Regatas Corrientes.

En la temporada 92/93 se puso la de Olímpico en el TNA, pero el proyecto deportivo no tuvo un final feliz a pesar de la calidad del plantel.

Su carrera terminó en 1999, cuando aceptó jugar la Liga B con Quimsa, en un equipo que llenó de ilusiones a la afición santiagueña, pero no pudo coronar la temporada con el ascenso.

También brilló en el seleccionado nacional. Su mejor actuación fue en el Mundial de España de 1986, cuando terminó convirtiéndose en el mejor asistente del torneo.

Tras abandonar el básquet, se dedicó a la dirección técnica y se convirtió en asistente de Marcelo Richotti en Quimsa en el 2006, cuando consiguió el ascenso a la máxima categoría.

Miguel decidió radicarse nuevamente en su ciudad y siguió despuntando el vicio con sus amigos del Club Defensores del Sud, pero además aceptó el ofrecimiento para hacerse cargo de las divisiones formativas.

Hoy, con 62 años, sigue recibiendo muestras de afecto de quienes lo vieron jugar o tuvieron la oportunidad de compartir una cancha de básquet y, aunque no pueda festejarlo con sus afectos, continúa en el corazón de los santiagueños. ¡Feliz cumpleaños, Miguel Alberto Cortijo!


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