La historia de Javier, el joven con síndrome de Down y cáncer que logró vencer al Coronavirus

En medio de la gravísima situación sanitaria que atraviesa la provincia, una buena noticia se dio a conocer hoy y generó alegría en los santiagueños: Javier, un joven que padece síndrome de Down y cáncer, logró superar el Coronavirus y recibió el alta.

Según reportaron desde el Ministerio de Salud, tanto Javier como su su mamá se contagiaron la enfermedad, cuando el muchacho bandeño realizaba la primera parte de las sesiones de quimioterapia por el cáncer.

El diagnóstico fue confirmado el pasado 4 de septiembre. Era atendido en el Centro Integral de Salud de La Banda y tuvo que ser trasladado al hospital Independencia.

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María Rosa Quiroga, enfermera responsable del Sector Azul para Pacientes con COVID-19 del Hospital Independencia, contó cómo transitaron la terapia: “Javier fue un paciente muy especial y le hemos dado un tratamiento individualizado e integral. Al terminar sus primeras sesiones de quimioterapia, dio positivo de COVID, por lo que ingresó al Hospital Independencia en un estado delicado por la sintomatologías propias que quedan después de la quimioterapia más los síntomas del coronavirus. Su sistema se alteró y demandó mucho trabajo. Hoy está recuperado y el equipo está muy satisfecho de haber podido colaborar y ayudar para que pueda regresar a su hogar”. 

Los médicos destacaron la importancia de la práctica deportiva, que también ayudó al joven a recuperarse. “él es un valiente deportista, practica natación adaptada en el Club Ciclista Olímpico de La Banda con el profesor Maximiliano Galarraga y participa en competencia nacionales”, destacaron.

Por su parte, la mamá de Javier también se mostró feliz y emocionada tras superar la enfermedad: “Realmente estoy muy agradecida con todos los médicos. Con el oncólogo Espamer y la Dra. Garnica, directora del CISB La Banda; con el Dr. Oddo y la Dra. Dorado, las enfermeras que fueron intachables, realmente le salvaron la vida a Javier. A pesar de las quimios, él pudo salir adelante. Le agradezco a Dios por ponernos aquí, con este equipo, con este personal, cada uno cumplió su rol de maravilla”. 

Como agradecimiento, Villalba redactó una carta para los médicos en la que dibujó corazones y escribió: “son ustedes personas con dones y talentos que Dios les da para salvar vidas. Una de esas es la de mi hijo: les estoy eternamente agradecida”.

Tras el alta, todo el equipo de salud despidió a los pacientes con aplausos y se vivió un momento muy emocionante.