Dijo que lo habían asaltado a punta de pistola y le robaron $200.000, pero hubo dudas y quedó preso

Un empleado de una reconocida distribuidora de pollos de La Banda denunció que fue víctima de un violento asalto cuando regresaba de realizar cobranzas y dejar a su compañero en su domicilio, pero al final quedó tras las rejas acusado de robar el dinero.

La causa, que lleva adelante la Dra. Cecilia Pacheco -fiscal de turno en La Banda- inició cuando Carlos Eduardo Bustos (46), con domicilio en Cañada Escobar, se presentó en la Comisaría y contó que delincuentes lo habían sorprendido cuando se dirigía a su casa y lo asaltaron.

Según relató Bustos, cerca de las 19 circulaba en un camión Mercedes Benz -afectado a la distribuidora El Rayo, propiedad de Raúl Camacho- con el que realiza trabajos de distribución de pollos.

El conductor manifestó que cuando terminó su jornada laboral, se trasladó hasta el barrio Las Moras, donde dejó a su compañero Franco Mariñega, luego de un viaje desde Frías, donde realizaron entregas.

Una vez solo, según su relato, emprendió el regreso hacia su casa por lo que salió por una calle conocida como Camino al Vivero para tomar la Ruta 11 y allí fue interceptado por dos sujetos que se movilizaban en una motocicleta 150cc de color gris. Dijo que aprovecharon que él mermó la velocidad por las malas condiciones de la calle.

El camionero explicó que allí fue cuando uno de los maleantes descendió de la moto y se subió al estribo de la camioneta, y le apuntó con un arma de fuego en la cabeza, exigiéndole que entregara toda la plata que llevaba.

El empleado de la pollería manifestó que se negó al pedido del delincuente, pero que éste le remontó el arma en la cabeza, mientras le decía que lo mataría.

Dijo que por temor a que el ladrón cumpliera con sus amenazas le entregó una bolsa de nailon de color blanco donde tenía aproximadamente 200.000 pesos, producto de la recaudación recién obtenida.

También declaró ante la policía que la plata estaba distribuida en fajos con sus respectivas boletas.

Luego contó que los delincuentes, con el botín en su poder se dieron a la fuga por la Ruta 11, con dirección a la localidad de Las Tijeras.

Intervinieron efectivos de la Comisaría 56, quienes realizaron un operativo cerrojo para dar con los delincuentes, pero los resultados hasta el momento fueron negativos.

Los uniformados se comunicaron con la Dra. Pacheco, la que ordenó que personal de Criminalística realizara el levantamiento de huellas en la camioneta.

Además, la representante del MPF pidió que se diera intervención a la División Delitos Comunes para interrogar al chofer. Allí se llevaron la gran sorpresa. El empleado, además de entrar en contradicciones, no supo justificar que tenía en su poder 55.000 pesos en efectivo y un cheque por 30.000 pesos.

Ante la sospechas de un posible autorrobo, la fiscalía ordenó que quedara aprehendido. l