Detienen a empleada del Tribunal de Faltas por intento de coima a un comerciante

Una empleada del Juzgado de Faltas de la ciudad capital fue detenida ayer a las 14 por efectivos de la Seccional Primera, sindicada de exigir una coima de $ 10.000 a un comerciante, a cambio de solucionarle una multa superior a los $30.000.

La investigación es timoneada por el fiscal de turno, Martín Silva, quien habría caratulado el hecho como “delito a establecer” y posiblemente pasaría a “cohecho”.

Según la declaración del comerciante, quien no quiso presentar denuncia, todo comenzó el lunes a la mañana, cuando acudió al Tribunal de Faltas.

Una rebaja

Fue recibido por una empleada quien le informó que debía efectivizar una multa de $ 32.000, pero ahí nomás le dijo que si le entregaba a ella $ 20.000 el problema quedaría solucionado.

El comerciante regresó ayer al Juzgado después de las 7 de la mañana. Como la empleada no llegaba, pidió ser recibido por algún funcionario y lo atendió una jueza de Faltas. El hombre le informó su situación e interiorizó que no estaba bien económicamente.

Después, de nuevo la víctima fue recibido por la empleada quien le dio la documentación para que fuese a pagar sólo $2.500 a la oficina, pero le dijo esta vez que debía entregar $ 15.000 más a la empleada de una panadería ubicada en las inmediaciones.

Operatoria

En efecto, el comerciante se trasladó a la oficina y pagó $ 2.500. Regresó al juzgado y pidió a la empleada que le diese el documento que acreditó el pago, pero ella le dejó en claro que antes pagara los $ 15.000 en la panadería, o no habría boleta.

El comerciante salió. Marcó con una “M” 4 billetes de $ 500 y 8 de $ 1.000. Por ende, cruzó la vereda y en una esquina entregó $ 10.000 a la empleada de una panadería y volvió al Juzgado de Faltas.

Allí, le informó a la jueza que lo había atendido antes, sobre lo que acababa de suceder. La funcionaria le habría indicado que no hay multa alguna que se pague de ese modo. El hombre salió a la calle y lo reveló a un policía de adicionales.

Retornó a la panadería y la empleada le devolvió los $ 10.000 y le dijo que desconocía su naturaleza.l