Empleado de hipermercado pasará más de 8 años en la cárcel por violar a su hijastra

Un tribunal de la Cámara de Juicio Oral -integrado por los Dres. Luis Domínguez, Juan Carlos Storniolo y Margarita Piazza de Montoto- condenaron a ocho años y seis meses de prisión a un empleado de seguridad de un hipermercado bandeño por violar a su hijastra.

Durante la jornada de ayer se llevó a cabo la audiencia de clausura del debate oral -realizado a través de las plataformas virtuales- donde Claudio Alejando Gerez fue condenado a prisión de cumplimiento efectivo, acusado de “abuso sexual con acceso carnal agravado por la convivencia preexistente”.

La Unidad de Delitos Contra la Integridad Sexual -coordinada por la Dra. María Alicia Falcione- a cargo de la causa, instruida por la Dra. Daniela Yslas, expresó durante el transcurso del juicio que la causa comenzó en el mes de octubre, cuando un joven denunció que su hermana era abusada sexualmente por la pareja de su madre.

Según las averiguaciones del Ministerio Público Fiscal los ultrajes comenzaron cuando la menor tenía 10 años y se habían perpetrado por el período de dos años, aproximadamente, según relató la menor en Cámara Gesell.

La investigación judicial estableció que los abusos se produjeron cuando el imputado - de 39 años, quien permanece tras las rejas desde el pasado 7 octubre del 2018- aprovechaba que su pareja salía de la casa para hacer trámites y la menor quedaba sola.

Gerez, abandonaba su puesto de trabajo y se trasladaba a su casa -próxima al hipermecado donde cumplía trabajos de seguridad- y la sometía a la adolescente a diversos tipos de abusos y prácticas sexuales.

La causa se inició con la denuncia realizada por la hermana de la víctima, cuando la damnificada le confesó que no quería volver a la casa de su madre porque la pareja de ésta la había abusado, desde los 10 hasta los 12 años.

Durante las averiguaciones se determinó que cuando la menor tenía 14 años - por cuestiones de comodidad y de distancia, los días de semana- quedaba en la casa de su hermana, la denunciante.

Los fines de semana, la víctima regresaba a su casa con su progenitora. Con el tiempo la menor -quien había tenido además comportamientos extraños- no quería regresar al inmueble hasta que un día confesó las vejaciones que sufría.

Inmediatamente se dio inicio a la investigación penal y el hombre fue detenido. La fiscal del caso solicitó al juez que convalidara todas las pruebas presentadas y elevase la causa a juicio oral.

Durante el juicio, la Fiscalía solicitó 13 años de cárcel para Gerez, entendiendo que existen evidencias suficientes que lo sindican como el autor de los aberrantes ultrajes, pero finalmente el tribunal lo condenó por 8 años y seis meses. l