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Desafíos que deberá enfrentar Biden

19/01/2021 23:17 Opinión
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Desafíos que deberá enfrentar Biden Desafíos que deberá enfrentar Biden

El pasado seis de enero del año en curso, la sociedad estadounidense fue sorprendida por la irrupción de un grupo (o varios) que, de manera violenta, protestaron y se opusieron a lo que debía constituir un acto formal marcado por la Constitución de aquel país, este era la certificación del Congreso del resultado electoral, que colocó al candidato demócrata, acreedor de más de 81 millones de votos y 306 electores, como el Presidente N° 46 de los EE.UU.

Causó estupor observar cómo el Congreso de los EE.UU., símbolo de la democracia, era invadido por turbas que pretendían evitar aquel acto de certificación del proceso electoral y que sólo consiguieron dilatar por horas el mismo debido al accionar de la policía estatal y Guardia Nacional (las que, sea dicho de paso, actuaron con una dilación pasmosa más aún cuando luego de los atentados del 9/11/01 la alerta de atentados en contra de la seguridad es alta).

Sin embargo algo estaba quebrado. Señalo esto toda vez que el segundo pedido de juicio político en contra del actual presidente (quizá cuando se publique este artículo ya no lo sea) fue movilizado, en horas de acontecido el atentado, por el partido demócrata que acuso al Presidente Trump de haber azuzado a sus adláteres y seguidores, incitando a la insurrección, vgr. “pelear como en el infierno” sin medir (o quizá no tanto) las consecuencias que sus palabras iban a tener entre sus seguidores, entre ellos los denominados “Proud Boys (chicos orgullosos) organización neofacista, nacionalista, de extrema derecha y que proclama la supremacía del hombre blanco (rémora del tristemente célebre Ku Klux Klan).

La decisión de la Cámara de Representantes (similar a la H.C. de Diputados de La Nación) de llevar adelante el denominado impeachment, por 232 votos contra 197 de la oposición, puso en evidencia que la sociedad estadounidense se encuentra dividida en una grieta que, a no dudarlo, puede complicar al Presidente que será investido el día veinte de enero de este año (en lo que se ha denominado “inaugural day”).

Ahora bien ¿Cuáles desafíos enfrentará Joe Biden apenas asumido en su cargo?

En primer lugar asoma, de manera clara y urgente la atención a la pandemia que azota al mundo y, en especial, al país del norte.

Entiendo que la sociedad estadounidense castigó al saliente Presidente (y a su administración) por el equivocado manejo de la pandemia, que ha causado alrededor de 400 mil muertos y un poco más de 23 millones de infectados.

Este menosprecio conspiró en contra de la reelección. Joe Biden sabe que necesita dar un golpe de timón que cambie el humor de la sociedad, más allá de la presencia ya de las vacunas suministradas por los laboratorios Pfizer/BioNTech y Moderna.

En este sentido, el presidente electo se propone ofrecer test gratuitos para toda la población y contratar 100.000 personas para establecer un programa nacional de rastreo. Biden afirma que quiere crear al menos 10 centros de diagnóstico en cada estado, desplegar recursos de las agencias federales y que sean expertos federales los que den consejos y recomendaciones a la población, como la obligatoriedad del uso de barbijos, tarea que necesita del consenso de los gobernadores.

En segundo lugar, Biden sabe que necesita promover la recuperación económica del país.

Los EE.UU. habían perdido, entre los meses de marzo y abril del año 2020, más de 22 millones de puestos de trabajo. Si bien esta pérdida se fue recuperando desde julio del año próximo pasado (casi 9 millones de puestos laborales) no menos es verdad que en el bimestre septiembre/octubre aumentaron los pedidos de subsidios por desempleo a casi 800 mil por semana, más allá de que la administración Trump ideó un programa de emergencia (durante los meses marzo/julio 2020) por el cual más de 16 millones de personas (trabajadores independientes y contratistas excluidos) recibían un subsidio mensual de U$S 600.

Biden propone ayuda a familias y empresas golpeadas por la crisis, llevar adelante el programa “Buy American” (algo similar al “Compre nacional”) y pretende destinar alrededor de U$S 400 mil millones del presupuesto federal para este programa.

Asimismo intentará subir el salario mínimo hasta U$S 15 por hora, algo que ha calado muy bien entre la juventud, otorgar un subsidio de U$S 200 al mes por seguridad social y descontar hasta U$S 10.000 de la cantidad que la juventud debe reintegrar por los préstamos para estudio del gobierno federal.

Lógicamente para ello necesita el acuerdo en el Congreso. Recordemos que, si bien tiene mayoría en la Cámara de Representantes, el Senado está igualado en 50 votos, desempate a cargo de la vicePresidente Kamala Harris. El tema promete discusión toda vez que el Congreso, hasta las elecciones pasadas, no había aprobado nuevas medidas de ayuda por los efectos de la pandemia más allá del paquete fiscal que incluía la entrega, por única vez, de un cheque de U$S 1.200 y el subsidio mensual a desempleados que citara anteriormente.

Biden propuso, durante su campaña un aumento impositivo a las corporaciones, regresando al 28% que existía antes de que el gobierno de Trump la bajara a 21% en 2017. Aquel recorte impositivo de Trump permitió “la mayor reducción de impuestos a las multinacionales sin siquiera haberles exigido que invirtieran en EE.UU. o contrataran trabajadores nacionales”, señaló Biden.

Finalmente Biden pretende que se graven las ganancias de capital y un alza del impuesto a la renta desde 37% a 39,6%, para aquellos que ganan más de US$1 millón al año. Su plan propone evitar una mayor carga tributaria para quienes ganen menos de US$400.000 al año, con la idea de “proteger a la clase media” y a quienes tienen bajos ingresos.

En tercer lugar debe hacerse cargo del racismo aún existente en el país.

Su programa “Reconstruir Mejor” se sostiene en la intención de proveer ayuda económica a los negocios de las minorías. Asimismo y en lo atinente a la política penal se proponen políticas que reduzcan los encarcelamientos y afronten las desigualdades basadas en raza, género o ingresos y promueva la reinserción social de los detenidos.

Obviamente deberá lidiar con el ala del partido republicano que lo acuso de promover la inseguridad durante la campaña electoral. La tarea no es menor si se tiene en cuenta el grado de exacerbación existente en la sociedad estadounidense que aún recuerda el caso de brutalidad policial en Minneapolis.

Debo agregar que Biden ha rechazado las peticiones de quienes abogan reducir la financiación de la policía pues sostiene que los recursos deben estar destinados a que se cumplan, de manera eficiente, los servicios públicos.

La eliminación de penas mínimas obligatorias en los estados, la despenalización del consumo de marihuana y la eliminación de la pena de muerte (aún vigente en estados) son desafíos de política penal que podremos observar en su mandato

El cambio climático ocupa un lugar preponderante en la administración a asumir.

El gobierno de Trump denunció el Acuerdo de París, tratado que obligaba a los EE.UU. a disminuir las emisiones de gases con efecto invernadero hasta un 28% por debajo de las logradas en 2005 y hasta el año 2025.

Biden propone regresar al Acuerdo de París y destinar más de U$S 1,5 billones en la investigación de tecnología sustentable. Biden pretende que los EE.UU. llegue a cero emisiones de gas con efecto invernadero para el año 2050, compromiso al cual ya han accedido más de 50 países. China e India aún no lo hicieron, lo que puede constituir un grave problema a soslayar puertas adentro de su administración más allá de la crítica exacerbada de la oposición republicana de la cual Trump pretende convertirse en su líder.

En materia exterior, Biden debe reconstruir las relaciones dañadas por la administración Trump, especialmente con la Unión Europea (Aliados en la OTAN) y China.

Si bien el nuevo presidente indicó que se iba a centrar en la agenda doméstica, se sabe que procurará remendar las relaciones desvencijadas con sus aliados en la OTAN. Trump había amenazado con reducir la colaboración económica hacia dicha Organización defensiva, creada luego de la Segunda Guerra Mundial, pilar de la organización del mundo occidental pero sobre todo, demostrativa del poder miliar estadounidense en épocas de la guerra fría.

No obstante, el mayor desafío lo insume China.

El presidente Biden dijo, en su momento, que China debía responder por sus prácticas nocivas para el medio ambiente y sus abusos comerciales y, en lugar de aranceles unilaterales, como los aprobados por Trump, propuso una coalición internacional con otros países considerados democráticos que el gigante asiático “no pueda permitirse ignorar”.

La respuesta está por venir. Finalmente, la salud es un tema sensible pues intentará reeditar el programa ideado en la administración del ex presidente Obama e intentará implementar un plan para dar cobertura en un seguro médico similar al Medicare, pretendiendo abarcar al 97% de los estadounidenses y cuyo costo fiscal ronda los U$S 2,25 billones en diez años.

Como se observa, la tarea es más que significativa. Empero entiendo que para lograrla debe imperiosamente contar con la oposición y para ello surge imperativo cerrar (o disminuir) la grieta que hoy divide al país pues Trump (o cualesquiera que sea el líder de la oposición) estarán expectantes ante tropiezos que pudieran tener.


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