La caída de un cuerpo celeste transformó la noche en día

Eran las 3.20 de la madrugada del domingo cuando miles de santiagueños a lo largo y ancho de la provincia disfrutaban de una fresca madrugada con amigos o en familia, compartiendo un asado, una picada o una amena salida, cuando el cielo les deparó la sorpresa de sus vidas… y un susto que no se olvidarán nunca. Un segundo fue suficiente para cambiar sus vidas para siempre, por lo que tendrán para contar a sus hijos y a sus nietos de aquí a muchas décadas más.

Primero percibieron un impresionante destello blanco que iluminó la noche de una manera fantasmagórica. Las cámaras distribuidas estratégicamente por toda la ciudad, de las cuales algunas capturas ilustran estas notas, grabaron con un nivel de detalle escalofriante cómo todo, edificios, vehículos, las calles que transitamos todos los días, se iluminaban como si fueran las 10 de la mañana. Todo pareció encenderse, tornándose blanco y casi desapareciendo de la pantalla, y luego quedando como de día, para por último volver a la habitual luz mortecina de las farolas públicas sólo heridas por los faros de los autos y motocicletas que pasaban en ese preciso instante.

Al bajar la intensidad del fogonazo, que algunos describieron como un poderoso flash y otros como si de luces de neón se tratara, las sombras se estiran rápidamente buscando el este de la ciudad, de lo que se deduce que desde allí procedió el bólido que cruzó el cielo santiagueño hacia el sector oeste.

De inmediato las redes sociales y los principales portales informativos de Santiago, EL LIBERAL web y Diario Panorama se revolucionaron con las imágenes y los comentarios de susto y asombro. Los chistes tampoco faltaron.

Extrañas figuras en el amanecer

Pero este espectáculo único e inolvidable no sería la única sorpresa que tenía preparada la madrugada dominical. Cuando las primeras luces del amanecer comenzaron a aclarar el cielo de Santiago del Estero, otro fenómeno quizás tan vistoso como el anterior pero menos brusco volvió a captar la atención de los circunstanciales testigos. Esta vez el cielo mostraba unas extrañas y muy coloridas estelas circulares y ondulantes que cambiaban constantemente de forma, seguramente por la acción de las capas medias de la atmósfera, configurando un show excepcional que otra vez se volcó a través de las cuentas de internet.

Con el transcurso de las horas, estos sitios informativos se llenaron de notas, detalles, fotografías y videos que ilustraban el acontecimiento que dará que hablar por mucho tiempo más. l