La Diócesis de Añatuya se alista para celebrar sus 50 años de predicar la Palabra La Diócesis de Añatuya se alista para celebrar sus 50 años de predicar la Palabra
Son 50 aÑos de labor espiritual y fundamentalmente de promoción humana iniciada por monseÑor Gottau, que vista a la luz de la historia, no deja de admirarnos por lo inconmensurable de su obra desde la sede diocesana en AÑatuya, hasta el último rincón de su extenso y dilatado territorio pastoral.
La Diócesis de AÑatuya nació por una bula papal de Su Santidad Juan XXIII, el 10 de abril de 1961. Por aquel entonces en la Argentina se duplicó el número de obispados y se crearon tantas diócesis como las que se habían fundado en los últimos cuatro siglos.
MonseÑor José Weimann, obispo de Santiago del Estero y misionero redentorista de la misma congregación de monseÑor Gottau, fue quien propuso la división de su inmensa diócesis, que abarcaba la totalidad de la provincia de Santiago del Estero ante la poca posibilidad de atender este extenso territorio por las enormes distancias y los camino pésimos o inexistentes, razones que le impedían cumplir con su labor.
Una vez que el Papa acordaba la creación de una nueva diócesis y designaba el nuevo obispo, la Suprema Corte de Justicia de la Nación daba estado jurídico al territorio y a la persona designada. El 12 de junio de 1961, monseÑor Gottau fue nombrado primer obispo de la nueva Diócesis de AÑatuya; el 27 de agosto del mismo aÑo fue consagrado por el cardenal Caggiano en una solemne ceremonia realizada en la Iglesia de Las Victorias, en la Capital Federal, tomó posesión de la misma el 1 de octubre de 1961 e inició su tarea de obispo misionero bajo el lema “A Jesús por María”.
El territorio provincial, a efectos eclesiásticos, quedó dividido por el curso del río Salado, al oeste; el Obispado de Santiago del Estero hacia el este. Los obispados de Salta, Resistencia y Rafaela.l