Aumentaron las internaciones por recaídas en el consumo de drogas durante la pandemia

Uno de los efectos secundarios y menos deseados de la pandemia de coronavirus en nuestro país fue el incremento de las reincidencias o el inicio en el consumo de sustancias prohibidas, producto del aislamiento y las situaciones de estrés y angustia generada por esta enfermedad.

A nivel mundial preocupa el aumento del consumo de sustancias psicoactivas, principalmente del alcohol, el tabaco y los psicofármacos, lo que nos enfrenta hoy más que nunca, cara a cara, con esta problemática que no es nueva, pero que toma fuerza en este contexto.

Nuestra provincia no escapa a esta lamentable realidad, y, según lo confirmó el médico psiquiatra Dr. Gastón Noriega, durante la cuarentena “aumentaron las internaciones por recaídas en el consumo de drogas”, y por problemas de “violencia intrafamiliar producto de la abstinencia”, una situación que la pudo advertir tanto en el nivel público como privado. Situación

“El tema de las adicciones ha tenido dos cosas particulares. Una que hubo menos distribución de drogas, como que se ha complicado la logística, para que la gente pueda acceder a ellas. Y lo segundo, el tema del confinamiento obligatorio, que ha hecho que la familia tenga que presenciar crisis de abstinencia, ya que no se pueda salir de la casa, con lo cual ha aumentado mucho la violencia y la agresividad intrahogareña. Esto ha traído problemas de todo tipo en la convivencia de la familia. Esos son los dos aspectos más salientes de lo que pasó en la cuarentena”, puntualizó el profesional.

Comentó que se ha tenido “paciente con recaídas en adicciones, que se venían manteniendo sin consumo, y que con todo esto de la pandemia han vuelto a consumir, y también tuvimos casos de internación por denuncias de los padres por la violencia intrafamiliar. Hubo pacientes nuevos y pacientes que ya tuvieron recaídas. Unos con problemas de violencia, o con la policía porque entraron a robar dinero para consumir”.

Según se plantea en la comunidad médica nacional e internacional, la complicación durante este período que atravesamos está dirigida por muchas cosas, entre las que mencionan “la imposibilidad de conseguir lo que se consumía, un mayor tiempo de ocio y que la cabeza muchas veces juega en contra”.

Un proceso conocido

Noriega recordó que la historia que se repite en el tema de adicciones es: “primero, los padres trabajan los dos, tienen poco tiempo para estar con los chicos, salen mucho a la calle donde toman contacto con la droga. Al principio lo hacen de manera recreativa, sin mucho compromiso respecto de su necesidad de consumir y lo hacen por una cuestión de llevar el tiempo, escapando a otros dolores o tristezas, y la droga entra justo ahí”.

“A medida que pasa el tiempo, el chico consume, al principio es invisible porque no hay consecuencias en la familia; el chico se va haciendo más adicto. Primero consigue un poco de plata para comprar, incluso se la regalan a la droga, y después le comienzan a cobrar. Se le hace imposible mantener el vicio, y comienza a buscar fuentes de dinero, vendiendo su ropa, cosas del hogar, y cuando en la casa ya no hay nada o se pone fea la situación con algún familiar, empieza a salir a robar. Es entonces cuando comienza a tener contacto con gente que se dedica a eso y terminan en las comisarías o en las cárceles”, lamentó.

Cómo actúan las sustancias

“El individuo que consume sustancias pierde su libertad en el momento en que empieza a consumir droga y no puede evitarlo.

Lo que pasa con los hechos de la vida y el consumo de drogas es como si se estuviera prendiendo un foco a una tensión que es más de la que puede soportar el foco. El foco se prende más, pero también dura menos y la neurona se muere.

Entonces, tenemos que entender que estos focos, esta motivación que tenemos de sentir una sensación placentera, no sirve para poder repetir esa conducta. Esto activa el centro de la motivación, donde hay neuronas que se prenden cada vez que hacemos algo que nos ayuda a sobrevivir, como comer o tener relaciones sexuales. Pero, las drogas llevan a que las neuronas pierden la sensibilidad y ya no nos satisface”.