Huyamampa llora la muerte de don José Dalmiro Herrera, “el último paleador de sal” Huyamampa llora la muerte de don José Dalmiro Herrera, “el último paleador de sal”
Cuando EL LIBERAL contó
la sacrificada historia de don
José Dalmiro Herrera, el “último
paleador de sal de Huyamampa”
en su edición del 26
de enero de 2018, las repercusiones
fueron inmediatas y
se extendieron hacia alejadas
provincias de residencia de
algunos de los compañeros
que este trabajador rural recordó
en la entrevista.
Ahora,
esas mismas personas expresaron
su dolor por el fallecimiento
de don Herrera, de 88
años, típico obrero del campo
santiagueño, acostumbrado a
las más duras tareas.
“Don Herrera falleció este
domingo, con pulmonía, estaba
internado y se complicó”,
revelaron, hasta el punto que
su cansado cuerpo ya no se
pudo restablecer y se fue, dejando
un legado de trabajo
ejemplar a sus hijos, nietos y
bisnietos, que conforman una
larga prole que hoy siguen sus
pasos en las tareas del monte
y otras.
En 2018, “don Herrera,
con 84 años, recordó casi toda
su vida trabajando para
distintos patrones en la extracción
de la sal, en el obraje
y en otras provincias como
cosechero, hachero o constructor”.
“ Trabajó desde los 15
años, hasta el 78, cuando dejó
de funcionar el emprendimiento
a la antigua usanza,
raspando y cargando la sal
desde el suelo en unos gigantescos
piletones (medían varias
hectáreas) al aire libre
que se inundaban con agua de
perforaciones y luego se dejaban
evaporar” para hacer la
cosecha de sal.
A veces juntaba la sal con
pala; otras, cargaba los volquetes
(tolvas), o los descargaba
en los bordos; también lo
mandaban al molino (molían
los terrones de sal) para embolsarla,
y las llevaba el ferrocarril.
Hubo un tiempo que
abastecieron a la Coca Cola
de Alberdi, Tucumán.
Tan sacrificado era el trabajo,
que don Herrera recordaba
que no se podía trabajar
si se tenía una herida en las
manos por ejemplo.
“En la salina
no se puede trabajar lastimado.
La sal le come la carne
a uno. No cierra nunca la herida.
Así que tiene que estar
bien sano para trabajar”, dijo.
Con Ofelia inició una prole de
5 hijos, 27 nietos y 22 bisnietos
En San Nicolás, don Dalmiro Herrera formó una familia
con doña Antonia Ofelia Vega, de 83 años, con quien tuvo
una larga descendencia de 5 hijos, 27 nietos y 22 bisnietos.
Como él, fueron paleadores de sal sus hermanos Benigno,
Lídoro y Santos; vecinos como Pedro Herrera y su padre,
Olegario; Juvencio Delgado y sus hermanos Víctor y José.
Humberto y Jesús Bustos; Serapio Díaz otros de apellido
Juárez, de distintos parajes de la zona.