Olímpico recuperó la autoestima con una actuación convincente

Olímpico necesitaba un triunfo para la recuperar la autoestima y anoche lo consiguió ante Instituto de Córdoba, al que venció por 84 a 71, en el estadio Vicente Rosales.

El equipo de "Leo" Gutiérrez, que venía de una dura derrota ante Boca (74-48), cumplió un gran trabajo defensivo y terminó con goleo repartido entre los diez jugadores que entraron en la rotación.

Santiago Arese, máximo encestador del juego con 23 puntos (13 en el último cuarto), fue la gran figura del partido.

Tras la Ventana Fiba, Olímpico volverá a la acción el 4 de diciembre ante Comunicaciones como local.

Primer cuarto. Los primeros 10 minutos mostraron a dos equipos muy dinámicos en la ofensiva, ásperos en defensa y con dominio alternado en el score. Olímpico mejoró con los ingresos de Aliende, Arese y Filippa, en tanto que Instituto perdió efectividad en ataque. El parcial finalizó con victoria del local por 27 a 24 para ilusionar a la afición en el Vicente Rosales.

Segundo cuarto. En el inicio, Olímpico metió un parcial de 8 a 5, con goleo repartido, sacó 6 de ventaja (35 a 29) y forzó a un tiempo muerto de Victoriano. Instituto intentó reaccionar sobre la base de arrestos individuales (léase, Nico Romano), pero el local, que llegó a estar 9 puntos arriba en dos oportunidades (38 a 29 y 44 a 35) tras sendos triples de Cáceres, ganó el parcial 23 a 21 y quedó con una diferencia de 5 puntos (50 a 45).

Tercer cuarto. En los primeros minutos, los dos se equivocaron bastante y el score quedó estacionado en 53 a 47 durante varios minutos hasta que Clark cortó la sequía. Olímpico logró establecer una brecha de 12 (66 a 54), pero le faltó tranquilidad para estirarla aún más ante un rival que atravesaba su peor momento en el juego. El parcial terminó 18 a 13 para el local, que quedó con una ventaja de 10 puntos (68 a 58).

último cuarto. Olímpico se quedó sin gol durante 4:40 minutos e Instituto volvió al juego sin hacer demasiado. El partido pedía el regreso de Aliende al parqué y cuando esto ocurrió, el local recuperó la paciencia para atacar. Arese fue clave para salir de la "laguna" y para llegar al cierre con una ventaja tranquilizadora.