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Los nuevos CEOs ahora son nómades y no esperan las oportunidades: ahora las van a buscar

26/07/2022 12:32 El Cronista
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Los nuevos CEOs ahora son nómades y no esperan las oportunidades: ahora las van a buscar Los nuevos CEOs ahora son nómades y no esperan las oportunidades: ahora las van a buscar

Los ceos nómades son representantes de un modelo de empresas más abierto y flexible, con unidades de negocios diversas y con una cultura digital en expansión. Estos ejecutivos ya no buscan iniciar y concluir su carrera laboral dentro de una misma empresa sino que aprenden y experimentan a través de la rotación adaptándose fácilmente a los cambios en las reglas del juego.

Si bien los cambios y desplazamientos son movimientos naturales en cualquier carrera profesional, la frecuencia y el volumen en estos últimos años aumentó debido al efecto rebote post-pandemia que creó un escenario en el que altos ejecutivos aceptan ahora paquetes de compensaciones más flexibles motivados por el home office y el teletrabajo. "Tener una mejor llegada al mercado, mantenerse cercano a los clientes y liderar la innovación son los ejes que hoy ocupan la agenda de los directivos de las empresas que atraen a los mejores candidatos", dice Federico Carrera, Co-Founder & COO de High Flow.

Las empresas tienen entonces que prestar cada vez más atención a lo que un colaborador demanda, escucharlo y aplicar políticas a su favor porque quién trabaja contento debido al contexto en el que se encuentra y a los beneficios que sabe que tiene para aprovechar, es más productivo y puede cumplir los objetivos de su organización. "En una sociedad donde todo es ya y ahora, el equilibrio entre el trabajo y el tiempo de ocio o para compartir en familia se hace indispensable" explica Vanesa Boulet, Talent Manager de Eventbrite.

Tal como las conocemos, las compañías han dejado de ser lo que eran. Federico Carrera explica que "ya no se trata de conglomerados con carácter global que se desarrollan en mercados estables donde accionistas e inversores vuelcan su capital en busca de retornos financieros riesgosos pero razonables".

Y claro que tampoco los ejecutivos que están al mando son los mismos. Los de antaño estaban acostumbrados a la habitualidad del negocio, al mercado de siempre, a los competidores de todos los días y a los desafíos conocidos.

Esta estabilidad cambió y terminó de dar un giro de 180 grados hace aproximadamente dos años cuando las empresas tradicionales perdieron atractivo y los accionistas cambiaron su perfil porque "los grandes fondos de inversión volcaron sus inversiones a nuevos negocios de rápido crecimiento como las startups tecnológicas con modelos de negocios disruptivos que aspiran a ser unicornios", detalla.

El contrapunto fue la aparición de pequeños inversores que interactúan en un mercado donde ser más rápido es tan importante como tener una excelente ejecución. Interesados por buscar mayores beneficios, los ejecutivos fueron tras la posibilidad de diversificar el riesgo aportando capital ya no sólo a un negocio sino al crecimiento de muchas empresas a la vez.

Esos altos mandos también se sintieron motivados por un contexto latinoamericano emergente que comenzó a ofrecerles oportunidades y clientes sin explorar. De esa manera los inversores pero también los ejecutivos y los empleados decidieron innovar en la búsqueda de nuevos mercados orientando sus capacidades, tiempo y dinero en descubrir océanos azules, mercados de alto potencial con pocos oferentes que les permiten, de cara al futuro, multiplicar el valor de acción -incluso cuando hubiera pérdidas contables- pero ganar aprendizaje y experiencia para su carrera profesional.

Estos océanos azules que aspiran a ser unicornios forman parte del rubro de las fintech; la logística; el transporte; el e-commerce y los marketplaces que desplazan a las empresas tradicionales del sector. De esta manera bancos, freight forwarders, empresas de retail y de consumo masivo están frente al desafío de aggiornar su modelo de negocios para transformar su propuesta de valor, entregarla de manera más eficiente y poner al cliente en el centro.

Los ceos que moldean esta nueva cultura empresarial -que crece exponencialmente en latinoamérica- son nómades digitales que aparecen con características muy marcadas como la alta autonomía, la flexibilidad y un extremo cuidado para llevar adelante una vida balanceada que incluya el deporte, la salud, la diversión y la familia.

"Las empresas que compiten en las búsquedas de estos perfiles y con estas nuevas formas de ser ejecutivo pueden estar en problemas si no logran ofrecer desafíos y combos comparables con los del nómada", dice Crsitina Oneto, CEO Founder and Brain Partner de Talentum. Un buen proceso de evaluación, sugiere la especialista, "debe incluir las fortalezas y las motivaciones de cada perfil ejecutivo como así también su escalabilidad de potencial a futuro para optimizar la elección de la personalidad indicada para cada desafío, para conocer qué motivaciones mueven a esta persona a permanecer en cada tipo de organización y fundamentalmente para tener en claro la escalabilidad de carrera que esta persona tiene para los próximos años".

No menor es la incidencia que tiene la composición salarial en la rotación ejecutiva que acontece tanto en Argentina como en los países vecinos. Las compañías no pueden perder de vista que un profesional que se ha entrenado a lo largo de toda su carrera para tomar decisiones de inversión, asumir riesgos y liderar negocios y equipos con altos niveles de incertidumbre, busca que las empresas para las que trabaja quieran compartir los beneficios, ya sea en forma de bonos anuales o de equity -versión que ha adoptado el modelo emprendedor para los integrantes del founding team de un startup dónde aquellos primeros gerentes que ingresan al negocio tienen un % de acciones de la empresa como beneficio-.

Por eso, las mejores condiciones laborales de la región son aquellas que tienen en cuenta las expectativas de ingreso de los empleados, así como también los beneficios y el clima de trabajo. En ese aspecto, Chile, Colombia y Uruguay son países con muy buenas prácticas y condiciones laborales porque ofrecen un marco competitivo desafiante para aquellos que buscan crecer, sobresalir y destacarse.

Para captar y retener talento, una empresa está obligada a perseguir un objetivo que logre movilizar a las personas. Nadie que se haya formado y tenga alto potencial va a sumarse a un proyecto que no tenga un fin trascendental. Por lo cual también comunicar de manera adecuada la misión y visión de la empresa es fundamental.

"Luego de reclutar y atraer a los mejores con un mensaje claro la selección tiene que ser tan exacta como flexible para poder dejar entrar a los mejores para luego adaptar beneficios, modalidades de pago, y normas internas al mercado y a los valores de la empresa, para que los mejores candidatos puedan participar del negocios con normas de equidad interna transparentes y justas para todos", detalla Federico Carrera.

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