El pasado del Ferro en la B Nacional

Hoy Central Córdoba está más feliz que nunca y mucho tiene que ver este plantel de jugadores y cuerpo técnico que confió en sus condiciones y que le dio a la entidad del barrio Oeste una de las alegrías más importante en su carrera deportiva.

Pero no será la primera vez que el Ferro volverá a hacer historia en el segundo torneo de mayor importancia en el país. EL LIBERAL hizo un relevamiento de lo que fueron las seis temporadas en la que Central Córdoba estuvo participando cuando en 1986 obtuvo el derecho de representar a la provincia tras vencer a Mitre con aquel inolvidable gol de Juan Carlos “Pollo” Roldán.

La última vez fue en la temporada 1991/92 donde en 42 cotejos finalizó con 26 puntos, producto de sus cuatro victorias (ante Defensa y Justicia, Nueva Chicago, Deportivo Maipú e Instituto de Córdoba, respectivamente), dieciocho empates y 20 derrotas. Terminó con 21 goles a favor y 48 en contra.

Como local, de los 21 partidos que jugó el Ferro se impuso en tres oportunidades (Defensa y Justicia, Maipú de Mendoza e Instituto), empató en 12 y sufrió 6 derrotas. Marcó 15 goles (promedio de 0,7 por partido) y le convirtieron 17 (0,8 por partido). En esa condición sumó 18 puntos (42.85%).

Como visitante, y en la misma cantidad de cotejos, la campaña del Ferro fue la siguiente: ganó un enfrentamiento (ante Nueva Chicago), empató 6 y perdió 13. La capacidad goleadora fue pobre (apenas 6 tantos) y le señalaron 31 (promedio de 1,4 por partido). Sumó 8 puntos en total. El técnico que estuvo al frente hasta que Central finalizó su participación en el Nacional B fue Andrés Rebottaro.

Un dato que no fue menor. Central comenzaba su sexta y última temporada en el Nacional B con el promedio más bajo (0,833).

En los seis torneos en los que intervino Central, llegó a jugar 253 encuentros en total. Sumó 69 triunfos, 82 empates y 101 derrotas, respectivamente. Anotó 264 goles (promedio de 1,04 por partido) y recibió 330 goles (promedio de 1,30 por partido). En la sumatoria de puntos, su récord fue de 220 (43,65%). En el balance general por los puntos conseguidos en los partidos jugados, el promedio alcanzó a 0,873.

En dos ocasiones Central debió revalidar su continuidad en el Nacional B. La primera fue en 1988 cuando en la final del cuadrangular venció a Güemes. La otra fue en 1990 cuando nuevamente fustró las chances de Güemes que venía de ser el campeón de la Liga Santiagueña de Fútbol.

Haciendo un repaso por temporada, el Ferro obtuvo 37 puntos (44,04 de promedio) en el torneo 1886/87 y se ubicó en la decimocuarta posición. En la edición 1987/88, totalizó 42 puntos (50%) y terminó en el duodécimo lugar (el mejor de todas las campañas a tal punto que fue la única vez en la que estuvo cerca de la clasificación para el dodecagonal, pero un empate ante Douglas Haig de Pergamino en el barrio Oeste lo privó de cumplir con este objetivo).

En 1988/89, el Ferró sumó el mayor puntaje de su historial en el Nacional B: 43 en total (51,19%) y se instaló en la decimocuarta posición. En 1989/90, repitió la campaña de la temporada 1986/87 y otra vez sumó 37 unidades (44,04%) y ocupó el 16° puesto en la clasificación general.

Las dos últimas etapas de Central fueron las que determinaron luego la pérdida de la categoría porque en la temporada 1990/91 su performance sólo sirvió para alcanzar 33 puntos y finalizar en el último lugar, mientras que en la de 1991/92, también finalizó cerrando las posiciones y con puntaje de 26. l