El papa Francisco bendijo durante su visita a Grecia a María Virgen del Prado Bravo, una monja santiagueña radicada en Europa El papa Francisco bendijo durante su visita a Grecia a María Virgen del Prado Bravo, una monja santiagueña radicada en Europa
En el marco de la visita del papa Francisco a Grecia, María Virgen del Prado Bravo vive uno de sus momentos religiosos más emblemáticos. Se trata de una monja santiagueña que tuvo la dicha de estar junto con el Sumo Pontífice.
Sorprendida por la experiencia, María le prometió rezar permanentemente por él, le pidió humildemente su bendición y se despidió con un cariñoso saludo.
El encuentro se produjo ayer durante un acto en la iglesia de San Dionisio en Atenas. La religiosa le contó al Papa que había nacido en Santiago del Estero y que a los 18 años la habían destinado a Italia para continuar con su formación religiosa.
En la actualidad, María trabaja en Europa, en donde le dieron como misión fundar una comunidad católica en la isla griega de Tinos a pesar de que allí profesaban una religión distinta.
"Mi nombre de religiosa es María Virgen del Prado Bravo, soy nacida en Argentina en la provincia de Santiago del Estero, de una familia católica, la mayor de ocho hermanos. Pertenezco a la rama femenina de la familia religiosa del Verbo Encarnado del Instituto Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará, que fue fundada en Argentina", dijo, a modo de presentación la religiosa santiagueña.
