Una noche con muchas emociones, que quedará grabada en la historia grande Una noche con muchas emociones, que quedará grabada en la historia grande
Fue una jornada de
muchas emociones en la
“Madre de Ciudades”. La
presencia de Boca volvió
a revolucionar a una provincia
muy futbolera, que
se está acostumbrando
a los grandes eventos. Y
ayer, además, fue con una
victoria histórica de Central
Córdoba.
Después de 55 años,
el “Ferroviario” volvió
a vencer al “Xeneize” y,
por primera vez, lo hizo
en condición de local.
La
jornada tuvo de todo: color
y fervor. Los de Boca,
“disfrazados” de neutrales,
coparon el sector este
del estadio y arrasaron
con todas las localidades.
Los de Central Córdoba,
acompañaron en masa
y deliraron con una
victoria memorable, que
guardarán por siempre y
que ya forma parte de la
historia grande del club.
Las puertas del estadio
“Madre de Ciudades”
se abrieron a las 17, pero
desde dos horas antes,
miles de hinchas ya estaban
en los alrededores
de una cancha que horas
después iba a estallar.
Los sectores asignados
para los neutrales se
poblaron rápidamente, al
igual que las dos cabeceras
de Central Córdoba.
Afuera, había largas filas,
de hasta 500 metros, para
un ingreso que fue muy
ordenado, con controles
estrictos y con cacheos.
Una hora antes del
partido, el estadio estaba
ya casi en un 90% de
su capacidad. Los de Boca
se levantaron con fuerza.
Los locales, se hicieron
oír cada vez más fuerte.
La salida de los equipos
al campo de juego fue
un verdadero show. En la
cabecera norte, los hinchas
desplegaron el ya
tradicional telón de Central
Córdoba que cubre
dicha popular al 100%.
En el sector “xeneize”,
los cánticos se escucharon
cada vez más fuertes.
Claro está, para este sector
no se podía ingresar
con banderas, camisetas
o insignias de Boca, por
lo cual, el colorido no era
el mismo. Pero por varios
minutos, no quedó nadie
sentado, para alentar al
último campeón del fútbol
argentino.
El partido fue vibrante.
Tuvo un solo gol, pero
miles de emociones. Una
montaña rusa. Los dos
tuvieron chances. La gente
los empujaba. No hubo
ni un minuto de silencio
en el “Madre de Ciudades”.
En el complemento,
Central Córdoba encontró
el gol y el estadio se vino
abajo. Al ratito, el penal
y el suspenso previo,
levantaron a toda la cancha.
Rossi lo atajó y el árbitro
anuló el gol posterior.
La gente de Boca se
levantó de una manera
increíble para empujar al
equipo, en busca de un
empate que estuvo cerca
varias veces, pero que
nunca llegó.
La invasión al final
desde el sector de neutrales
hizo que los jugadores
de Boca se acercaran
para agradecer tanto
cariño. Central Córdoba
fue feliz y su gente deliró.
Y Boca, se llevó una
derrota de Santiago, pero
con el cariño de un pueblo
que apoya y agradece.
Santiago, otra vez se vistió
de gala.