Dolar Oficial: - Dolar Blue:- Dolar CCL:- Dolar Bolsa: - Dolar Mayorista: -

EL LIBERAL . El Evangelio

“¿Podéis beber el cáliz que yo he de beber?”

02/03/2021 21:35 El Evangelio
Escuchar:

“¿Podéis beber el cáliz que yo he de beber?” “¿Podéis beber el cáliz que yo he de beber?”

En aquel tiempo, subiendo Jesús a Jerusalén, tomando aparte a los Doce, les dijo por el camino: “Mirad, estamos subiendo a Jerusalén, y el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas, y lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles, para que se burlen de él, lo azoten y lo crucifiquen; y al tercer día resucitará”.

Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos y se postró para hacerle una petición.

él le preguntó: “¿Qué deseas?”.

Ella contestó: “Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda”.

Pero Jesús replicó: “No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber el cáliz que yo he de beber?”.

Contestaron: “Podemos”.

él les dijo: “Mi cáliz lo beberéis; pero sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre”.

Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra los dos hermanos. Y llamándolos, Jesús les dijo: “Sabéis que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo.

Igual que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido sino a servir y a dar su vida en rescate por muchos”.

Estamos subiendo a Jerusalén

Se trata de un viaje: de Galilea a Jerusalén. En este viaje Jesús por dos veces expone a sus discípulos el objetivo del mismo. La primera vez antes de la Transfiguración, la segunda, ocurrida la misma ante Pedro, Santiago y Juan. En esta aventura somos invitados embarcarnos, con los mismos objetivos, medios y final. La enseñanza de Jesús es clara: “El Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los letrados y lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles para que lo crucifiquen y al tercer día resucitará”. El Profeta de Nazaret, como Jeremías, es perseguido y no falta la ley del sacerdote, ni el consejo del sabio, ni el oráculo del profeta. Es lo que se maquina contra Jeremías y es lo que sucede con Jesús. También con el bautizado si es fiel a su vocación.

Por allí, nos dice el evangelista, andaba la madre de los Zebedeos. Quiere lo mejor para sus hijos y suplica a Jesús un buen puesto, un excelente empleo junto a él. La respuesta de Jesús pone de relieve la ignorancia que encierra la petición y cuál debe ser la disposición: ¿Podéis beber el cáliz que yo he de beber?. Con prontitud respondieron Santiago y Juan que sí. Pero eso no significa que estén en la posición adecuada. No se trata de puestos, sino de compartir una misión recorriendo el mismo camino de Jesús: “Mi cáliz lo beberéis; pero sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre”. No se trata de puestos. Eso origina disputas sin cuentos y desviarse totalmente del camino que se debe seguir. Al escuchar la petición y la respuesta, los otros diez se indignaron contra los dos hermanos. Esta disputa encierra el deseo de poder y por el ejercicio del mismo, surgen la división y enfrentamiento. Israel se dividió en tiempos de Roboán, sucesor de Salomón. Judá y Benjamín quedaron fieles a la casa de David y las otras diez, se apartaron. El mismo problema que se repite a lo largo de los siglos.


Lo que debes saber
Lo más leído hoy