Dolar Oficial: - Dolar Blue:- Dolar CCL:- Dolar Bolsa: - Dolar Mayorista: -

EL LIBERAL . El Evangelio

“Creed las obras que hago”

07/04/2022 23:00 El Evangelio
Escuchar:

“Creed las obras que hago” “Creed las obras que hago”

En aquel tiempo, los judíos

agarraron piedras para

apedrear a Jesús.

él les replicó: «Os he hecho

ver muchas obras buenas

por encargo de mi Padre:

¿por cuál de ellas me

apedreáis?”.

Los judíos le contestaron:

«No te apedreamos por

una obra buena, sino por una

blasfemia: porque tú, siendo

un hombre, te haces Dios”.

Jesús les replicó:

«¿No está escrito en

vuestra ley: “Yo os digo: sois

dioses”? Si la Escritura llama

dioses a aquellos a quienes

vino la palabra de Dios, y no

puede fallar la Escritura, a

quien el Padre consagró y

envió al mundo, ¿decís vosotros:

“íBlasfemas!” Porque

he dicho: “Soy Hijo de Dios”?

Si no hago las obras de mi

Padre, no me creáis, pero si

las hago, aunque no me creáis

a mí, creed a las obras,

para que comprendáis y sepáis

que el Padre está en mí,

y yo en el Padre”.

Intentaron de nuevo detenerlo,

pero se les escabulló

de las manos. Se marchó de

nuevo al otro lado del Jordán,

al lugar donde antes

había bautizado Juan, y se

quedó allí.

Muchos acudieron a él y

decían: «Juan no hizo ningún

signo; pero todo lo que Juan

dijo de este era verdad”.

Y muchos creyeron en él

allí.

Dios envía a su Hijo para atraernos de nuevo

a su amor gratuito y hacernos hijos suyos

En este viernes V de

cuaresma, ya nos acercamos

al misterio pascual. Esto

se nota en la dureza del

evangelio. El relato se ubica

en el contexto de la fiesta de

la Dedicación, en la que se

celebra la santidad del templo.

La persecución que sufre

aquí Jesús a manos de los

fariseos es más violenta, llegan

al intento de lapidación.

A partir de ahí, comenzarán a

conspirar para crucificarlo.

Por otro lado, hay otros que

sí creen en Jesús y en su

Palabra.

La realidad con la

que nos encontramos es que

hay dos formas de relacionarnos

con Dios. Su manifestación

a los hombres es la

misma.

Dios envía a su Hijo para

atraernos de nuevo a su

amor gratuito, darnos la salvación

y hacernos hijos suyos.

En esa manifestación de

amor de Dios al mundo encontramos

dos actitudes por

parte del hombre.

La de

aquellos que, como los fariseos,

están tan llenos de sí

mismos y de soberbia que no

dejan espacio para que la

Gracia penetre en ellos. No

les importa ni la doctrina, ni

la verdad, ni Dios.

Ellos son el centro de su

obrar y, en todo caso, la luz

de la verdad les estorba

porque rompe la imagen que

pretenden proyectar y el dominio

que eso les da ante sus

semejantes. A ellos les molesta

el Señor, por tanto, tienen

el corazón cerrado. Por

otro lado, están los humildes

que, ante un mismo mensaje,

unos mismos signos y la

misma presencia de Jesús

les cambia la vida, porque su

corazón está abierto.

Ahí en

esa docilidad la Gracia hace

maravillas en ellos.

Esto no es algo que ocurrió

hace dos mil años. Nosotros

también tenemos

unos mismos medios para

relacionarnos con Dios.

Tenemos su Palabra, los

sacramentos, la Eucaristía y

hermanos que nos ayudan a

caminar. Hermanos que hacen las obras del Padre, y

son otro Cristo en su modo

de vida porque acogen la

Gracia que se les da. Otros

son perseguidores y, aún

más triste, hoy hay indiferencia

y hasta mediocridad

en la acogida del Señor. Se

trata de una decisión personal

que nadie puede hacer

por ti, que no se toma sólo

una vez, sino que se renueva

cada día.

Lo que debes saber
Lo más leído hoy