“Yo soy la puerta” “Yo soy la puerta”
En aquel tiempo, dijo Jesús:
«En verdad, en verdad
os digo: el que no entra por
la puerta en el aprisco de las
ovejas, sino que salta por otra
parte, ese es ladrón y bandido;
pero el que entra por la
puerta es pastor de las ovejas.
A este le abre el guarda y
las ovejas atienden a su voz,
y él va llamando por el nombre
a sus ovejas y las saca
fuera. Cuando ha sacado todas
las suyas camina delante
de ellas, y las ovejas lo siguen,
porque conocen su voz:
a un extraño no lo seguirán,
sino que huirán de él, porque
no conocen la voz de los extraños”.
Jesús les puso esta comparación,
pero ellos no entendieron
de qué les hablaba.
Por eso añadió Jesús: «En
verdad, en verdad os digo: yo
soy la puerta de las ovejas.
Todos los que han venido antes
de mí son ladrones y bandidos;
pero las ovejas no los
escucharon. Yo soy la puerta:
quien entre por mí se salvará
y podrá entrar y salir, y
encontrará pastos.
El ladrón no entra sino para
robar y matar y hacer estragos;
yo he venido para que
tengan vida y la tengan abundante”.
La puerta de salvación
Los judíos esperaban al
Mesías anunciado por los
profetas. Unos, como Rey
que triunfaría sobre todos
los enemigos de Israel e implantaría
su reinado universal
y perfecto. Otros, como
Siervo doliente que cargaría
con los pecados del pueblo.
Algunos, en fin, como Pastor
verdadero que agruparía
a los judíos dispersos por el
mundo.
Juan señaló a Jesús como
Si e rvo y Cordero de
Dios. Jesús se presentará
como Rey en la Pasión. Ahora
lo hace como Pastor que
viene en nombre de Dios a
reunir las ovejas dispersas.
Los pastores de Israel
son ladrones que se aprovechan
de sus puestos de dirigentes
y no aman a las ovejas.
No se ocupan del rebaño;
no apacientan a las ovejas
ni fortalecen a las débiles;
no cuidan a las enfermas
ni cuidan a las heridas;
no hacen volver a las descarriadas
ni buscan a las perdidas,
sino que las dominan
con violencia y dureza. De
esta manera las ovejas se
dispersan por falta de pastor.
Esto se va a terminar con
Jesús, ya que es el pastor y
mediador único, que permite
llegar hasta pastos a las
ovejas. él es la puerta del
redil. No hay otra puerta de
salvación para entrar en la
casa del Padre.
Jesús explica las relaciones
que hay entre él y
sus ovejas. Las llama por su
nombre. Las conoce una a
una y a su vez es conocido
por ellas. Las saca a los pastos.
Todo esto indica una intimidad,
una entrega total. El
pastor no ve en las ovejas su
negocio y prosperidad, las
ama y está dispuesto a dar
la vida por ellas para que así
tengan vida abundante.