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EL LIBERAL . El Evangelio

Ustedes son mis testigos en el mundo

28/05/2022 21:48 El Evangelio
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Ustedes son mis testigos en el mundo Ustedes son mis testigos en el mundo

La continuación de la escena

con que se abre la aparición

de Jesús a sus discípulos

en Jerusalén, en la tarde

del Domingo de Pascua, recoge

sus últimas instrucciones

basadas en la Escritura, y

su encargo de ser testigos suyos

y predicar en su nombre el

arrepentimiento y el perdón a

todos los pueblos. Pero antes

deberán permanecer en Jerusalén

hasta que sean revestidos

de “lo que mi Padre tiene

prometido”, el Espíritu Santo.

Jesús conduce a los discípulos

fuera de la ciudad en dirección

a Betania, los bendice

y se separa definitivamente de

ellos por su Ascensión al cielo.

En este relato Jesús resucitado

encarga a sus discípulos

que en el futuro desarrollen

una misión en su nombre:

“Predicar el arrepentimiento

para el perdón de los pecados

a todos los pueblos y ser testigos

de todo esto”. Los discípulos

serán “predicadores de

la Palabra” y “testigos” teniendo

como base las escrituras

del Antiguo Testamento que

anunciaban la muerte y resurrección

del maestro.

Deberán

llevar la palabra hasta los confines

del mundo.

Todo esto es parte del plan

de Dios en la historia de la salvación.

Este es el motivo por el

que los discípulos deberán esperar

en Jerusalén para ser investidos

“con la fuerza que

viene de lo alto”. El encargo de

Jesús deja en claro que se trata

de una gracia, de un mandato

que otorga autoridad, de

una investidura que les será

necesaria para llevar adelante

la misión.

Esta “fuerza que viene de

lo alto” es el Espíritu Santo. En

y por el Espíritu, Cristo estará

presente en sus seguidores,

comisionados para dar testimonio.

En la Transfiguración, Jesús

conversa con Moisés y

Elías sobre su éxodo (su partida)

que iba a consumar en

Jerusalén. Hora se realiza este

éxodo, que se describe como

tránsito al Padre por medio

de su muerte y resurrección y

culmina con su Ascensión al

cielo; ahora se ha alcanzado la

meta y el destino hacia el que

Jesús caminaba irrevocablemente.

La Ascensión significa que

Jesús está ya en la gloria del

Padre, desde donde enviará el

Espíritu Santo a sus seguidores

para revestirlos de la fuerza

que viene de lo alto. Por lo

tanto, la Ascensión no es más

que esta aparición de Cristo

resucitado al grupo de los discípulos

como núcleo de la nueva

comunidad que lo vio por

última vez en su partida.

Ahora ya no lo volverán a

ver de esta manera, sino que

su presencia tendrá lugar en la

fracción del pan y en la acción

del Espíritu.

Conclusión

Jerusalén ha sido la meta

del ministerio itinerante de

Jesús, ahora es el punto de

partida de la predicación y

el testimonio de los discípulos

que tienen la tarea de llevar

su palabra a todo el mundo.

Para poder cumplir esta

misión, el Cristo glorioso enviará

al Espíritu prometido

por el Padre.

Este hará presente a Jesús

en la comunidad a través de la

predicación de la palabra, de

la fracción del pan y el testimonio

de aquellos que lo siguieron

y participaron del plan

de salvación que Dios llevó a

cabo y que encontró su cumplimiento

en la glorificación

del Hijo (su partida al Padre).

Ahora es el tiempo de la Iglesia,

el tiempo del testimonio de

aquellos que lo aman y sirven

en sus hermanos.

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