“Acompañado por los Doce y por algunas mujeres” “Acompañado por los Doce y por algunas mujeres”
En aquel tiempo, Jesús
iba caminando de
ciudad en ciudad y de
pueblo en pueblo, proclamando
y anunciando
la Buena Noticia del
reino de Dios, acompañado
por los Doce y por
algunas mujeres, que
habían sido curadas de
espíritus malos y de enfermedades:
María la
Magdalena, de la que
habían salido siete demonios;
Juana, mujer
de Cusa, un administrador
de Herodes;
Susana y otras muchas
que les servían con sus
bienes.
“Algunas mujeres acompañaban a
Jesús y le ayudaban con sus bienes”
Jesús iba caminando
de ciudad en ciudad,
predicando la Buena
Noticia del Reino de
Dios; lo acompañaban
los doce y algunas mujeres
que él había curado
de malos espíritus y de
enfermedades, le ayudaban
con sus bienes.
Es San Lucas el único
que menciona al lado
de los discípulos a
las mujeres que seguían
la compañía de Jesús y
atendían a sus necesidades
materiales.
No era esto extraño a
la costumbre de los rabinos.
De ambos ejemplos
se autorizaban los
apóstoles, según indica
San Pablo (1 Cor 9,5).
Misericordia
La piedad y la gratitud
por la salud recibida
eran la causa que
las movía a ejercer esta
obra de misericordia.
Una de ellas era María
Magdalena o de Magdala.
No hay motivos para
creer que la posesión
diabólica signifique una
vida culpable; pero el
número siete acaso indique
una recaída en el
mismo mal.
Esta presentación de
la Magdalena demuestra
también que no tiene
nada que ver con la pecadora
de 7,37ss.
Las mujeres que han
sido liberadas y perdonadas
por Jesús responden
a su don con gesto
de amor que las convierte
en auténticas discípulas
(seguidoras) del
Maestro.
En el día de hoy, con
nuestras “prisas” ¿estaríamos
dispuestos a
acompañar a los evangelizadores
(misioneros)
en su trabajo, si
no es físicamente por
lo menos aportando un
poco de dinero para hacer
su vida un poco más
llevadera?