“Quien a vosotros os escucha a mí me escucha” “Quien a vosotros os escucha a mí me escucha”
En aquel tiempo, dijo
Jesús:
“¡Ay de ti, Corozaín;
ay de ti, Betsaida! Pues si
en Tiro y en Sidón se hubieran
hecho los milagros
que en vosotras, hace
tiempo que se habrían
convertido, vestidos de sayal
y sentados en la ceniza.
Por eso el juicio les será
más llevadero a Tiro y a
Sidón que a vosotras.
Y tú, Cafarnaún, ¿piensas
escalar el cielo? Bajarás
al abismo.
Quien a vosotros escucha,
a mí me escucha;
quien a vosotros rechaza,
a mí me rechaza; y quien
me rechaza a mí, rechaza
al que me ha enviado”.
Tenemos que pedir al Espíritu Santo
que
nos ilumine para caminar unidos
En este Evangelio como
en la primera lectura
de Job, se pone de manifiesto
la soberbia y prepotencia
del ser humano.
Cuando el corazón no está
convertido al Señor, se
endurece no reconociendo
que de él procede todo
y por él existe todo.
Necesitamos ser pobres
de espíritu y pedir
al Señor que nos regale
un corazón humilde, para
admitir nuestro pecado y
debilidad, siendo conscientes
que sin él, no somos
nada ni podemos hacer
nada provechoso.
El Señor a través de
este texto bíblico nos llama
a la conversión. A veces
miramos alrededor
y vemos muchos males,
“hay mucha gente mala”
pensamos y decimos,
sin darnos cuenta que si
esas personas hubiesen
tenido el conocimiento
que tenemos del Señor,
serían incluso mejores
que nosotros, que nos
escudamos en la maldad
de los demás, para justificarnos
ante Dios y los
hombres y no hacer caso
al Señor.
Tenemos que seguir
escuchando al Señor sin
cansarnos; tenemos que
preguntarnos y preguntar
al Señor todos los días,
qué nos quiere decir, a
veces en la oración, otras
veces a través de la Iglesia,
del Papa.
Siempre tenemos que
estar muy atentos a lo
que la Iglesia nos dice y
pedir al Espíritu Santo
para que nos ilumine a todos
para caminar unidos.
Todos los días tenemos
que hacer el ejercicio
de morir al hombre
viejo con sus malas inclinaciones
y buscar con
generosidad la voluntad
de Dios, para confiar en
él y vivir de su Palabra.