“¡Bendito el que viene en nombre del Señor!” “¡Bendito el que viene en nombre del Señor!”
En aquel día, se acercaron
unos fariseos a decir a
Jesús:
“Sal y marcha de aquí,
porque Herodes quiere matarte””.
Jesús les dijo:
“Id y decid a ese zorro:
‘Mira, yo arrojo demonios y
realizo curaciones hoy y mañana,
y al tercer día mi obra
quedará consumada.
Pero es necesario que camine
hoy y mañana y pasado,
porque no cabe que un profeta
muera fuera de Jerusalén.
íJerusalén, Jerusalén, que
matas a los profetas y apedreas
a los que se te envían!
Cuántas veces he querido
reunir a tus hijos, como la gallina
reúne a sus polluelos bajo
las alas, y no habéis querido.
Mirad, vuestra casa va a
ser abandonada.
Os digo que no me veréis
hasta el día en que digáis:
“¡Bendito el que viene
en nombre del Señor!’”.
Sal y marcha de aquí, porque
Herodes quiere matarte
La intención de algunos
fariseos, que nos dice el texto
sagrado, se acercaron a
Jesús diciéndole: “Sal y marcha
de aquí, porque Herodes
quiere matarte”, parece ser
bien intencionada, pero nada
acorde con el plan de la
salvación. Ellos, como Pedro
que reacciona ante el anuncio
de Jesús de lo que va a padecer
en Jerusalén, invitando a
Jesús a apartar de sí todos
esos malos augurios, se dejan
llevar por los criterios humanos
y se alejan de los de
Dios.
La respuesta de Jesús
es clara: Id y decid a ese zorro.
Han de decirle a Herodes
y ellos han de tomar nota:
“Mira, yo arrojo demonios
y realizo curaciones hoy
y mañana, y al tercer día mi
obra quedará consumada.” él
y ellos, también los discípulos
han de entender que sólo
le importa la voluntad del Padre
y que nada y tampoco nadie,
va a apartarle de llevarla
a cabo. Su determinación es
firme. La secuencia de días,
hoy y mañana, está referida
a la misión: libera y sana. El
tercer día apunta a su muerte
y resurrección, cuando la
obra que ha iniciado mediante
el anuncio del reino, queda
consumada: todas las cosas
las hace nuevas. Se trata de
la nueva creación.
Por eso lo que a continuación
dice: “es necesario que
camine hoy y mañana y pasado,
porque no cabe que un
profeta muera fuera de Jerusalén.”,
revela que toda su
existencia es una profecía en
cumplimiento. Está anunciando
lo que ha de suceder pronto
y cómo la humanidad nueva
en él y por él creada, significa
la efectiva reunión de los
hijos dispersos.