Dolar Oficial: - Dolar Blue:- Dolar CCL:- Dolar Bolsa: - Dolar Mayorista: -

EL LIBERAL . El Evangelio

Dichoso que no pueden pagarte

30/10/2022 22:20 El Evangelio
Escuchar:

Dichoso que no pueden pagarte Dichoso que no pueden pagarte

En aquel tiempo, Jesús

dijo a uno a de los

principales fariseos que

lo había invitado:

«Cuando des una comida

o una cena, no invites

a tus amigos, ni a

tus hermanos, ni a tus

parientes, ni a los vecinos

ricos; porque corresponderán

invitándote,

y quedarás pagado.

Cuando des un banquete,

invita a pobres,

lisiados, cojos y ciegos;

y serás bienaventurado,

porque no pueden pagarte;

te pagarán en la

resurrección de los justos”.

¡Qué suerte para ti si no

pueden compensarte!

En la línea de la primera

lectura, Jesús nos indica y propone

cuál ha de ser la actitud

del verdadero discípulo comprometido

con el Reino.

A diferencia de los fariseos,

cumplidores de una ley

de preceptos, de la que vivían

y se aprovechaban para

sus intereses, Jesús centra su

discurso en la auténtica Ley, la

del “precepto” del Amor, que

rompe esquemas y muestra

a las claras quién es Dios y el

camino del Reino. Hemos podido

leer y reflexionar las distintas

parábolas del Reino y

todas ellas insisten en la necesidad

de salir de sí mismo para

buscar al hermano que estaba

perdido, al que no cuenta

en nuestra sociedad ni en

nuestra familia o “amigos”, al

que “no cumple”.

La búsqueda y construcción

del Reino de Dios ha de hacernos

salir de nuestras seguridades

y animarnos a entrar

en las sendas estrechas por

las que Cristo sigue caminando

hacia la Cruz. Nadie nos lo va a

agradecer quizá. Al revés: nos

criticarán y tratarán de descartarnos

por ir precisamente

en ayuda y defensa de quienes

están en nuestros márgenes

de corrección y, como dice

el Evangelio, de retribución.

Y darnos cuenta de que

cuando el Señor nos habla de

recompensa en la “resurrección

de los justos” se está refiriendo

no al final de los tiempos

solamente. Con la Resurrección

de Cristo, somos ya

“hombres resucitados” desde

el bautismo: sacerdotes, profetas

y reyes que formamos el

Pueblo de Dios, porque nos ha

elegido personalmente a cada

uno no para nuestro exclusivo

beneficio de felicidad sino para

precisamente para invitar a los

que nada tienen, pero que esperan,

nos esperan.

“La Iglesia, reunión de liberados,

de perdonados ...

no es una sala de espera donde

están juntos quienes han recibido

la entrada gratis para el

cielo, sino un pueblo en camino

hacia el Reino ...

Quizás hoy la Iglesia está

llamada a llevar a cabo esta

tarea comprometida: hacer caminar

a la gente. Pero es necesario,

ante todo, que nosotros

demostremos que somos capaces

de caminar ... Hemos

permanecido demasiado tiempo

recostados sobre las almohadas

de la verdad tenida como

posesión ...

Mientras tanto el mundo

camina cada día más de prisa,

pero no adelanta. Porque nosotros

no caminamos. --- El

Reino no se ha hecho para gente

que se mantiene a la espera,

sino para tipos que se han decidido

a ponerse en camino”.

Lo que debes saber
Lo más leído hoy