Dolar Oficial: - Dolar Blue:- Dolar CCL:- Dolar Bolsa: - Dolar Mayorista: -

EL LIBERAL . Interior

Una gran extensión de poblaciones para evangelizar

02/10/2021 01:30 Interior
Escuchar:

Una gran extensión de poblaciones para evangelizar Una gran extensión de poblaciones para evangelizar

La Diócesis de Añatuya comprende en la provincia de Santiago del Estero, los departamentos Alberdi, Juan Felipe Ibarra, Copo, Belgrano, General Taboada, Mariano Moreno y la zona este del río Salado en el departamento Figueroa. Territorialmente abarca lo que a partir del 1632, al decir del historiador más prestigioso y respetado de la provincia, Dr. Orestes Di Lullo, que “ya en esa fecha se mencionaba la existencia del Curato de Matará”, el motor más importante y pujante de la evangelización. De los escritos de los descubridores de la Cruz de Matará, Amalia Gramajo y Hugo Martínez Moreno, sabemos que el curato comprendía las capillas de Matará, Mailín, Bracho, Nueva Trinidad, Reducción, Guaype, Lojlo, La Brea, Quimilioj y Figueroa, ubicadas en los departamentos Ibarra, Figueroa, Avellaneda, Sarmiento y Belgrano. Hoy el río Salado es el límite que separa las Diócesis de Santiago y Añatuya. Esta se extiende hacia el este abarcando media provincia.

En el cumpleaños sesenta de nuestra Diócesis es imperioso recordar el primer mensaje de monseñor Jorge Gottau. Explica la simbología de su escudo episcopal, y define sus expectativas y deseos para la misión que iniciaba. Cumplió con creces todo lo que se propuso. Razón por la que destacamos sus palabras iniciales.

Comienza diciendo: “He querido grabar en mi escudo episcopal el ideal que me he propuesto como orientación de las actividades que desarrollaré en mi querida Diócesis de Añatuya. Jesucristo ha sido inmensamente bueno y generoso con todos los necesitados de su misericordia, y continúa prodigándonos igual cariño desde el Sacramento de su Divina Eucaristía. Este gran Sacramento lo simbolizan en mi escudo Episcopal el Cáliz y la Hostia…Para el triunfo de mi ideal, necesito y pido la ayuda de aquella que, como Madre nos dio a Jesús, y que es encargada de conducirnos a él: la Santísima Virgen. Representada la tierra de mi Diócesis en un hermoso cactus, tierra que desde hoy amaré con todo mi corazón y mi única preocupación será evangelizarla”.

Es importante retrotraernos sesenta años y comprobar que lo deseado, lo anunciado, lo cumplió. Hizo mucho más de lo que las fuerzas humanas y las circunstancias permitían, una labor titánica que cambio y mejoró la vida de los habitantes de media provincia. Habitantes sumidos en el mayor olvido y la mayor pobreza que con la creación de la Diócesis despertaron del letargo e iniciaron un camino de desarrollo material y espiritual.

El nacimiento del Obispado de Añatuya es un ícono que marcó el nuevo rumbo histórico de la región este del río Salado: impenetrable, olvidada, aislada, empobrecida.

Con Mons. Gottau, nuestro Señor elevó el Cáliz de la Vida y la Salvación en este “nuevo mundo santiagueño”, impregnando los corazones con la fe y la esperanza. Sin tiempos, recorriendo caminos polvorientos; sembrando educación -salud y abrigo-; despertando el Espíritu de Luz con un nuevo nacimiento para los más necesitados y vulnerables.

Gratitud a quienes iniciaron la obra, los hacedores, y a quienes sostienen la magnífica presencia de Jesús en cada rincón. l


Lo que debes saber
Lo más leído hoy