Apostar al futuro y a la transformación

Desde el inicio de su tarea pastoral, monseñor Jorge Gottau consideró la educación como un medio primordial de promoción humana. Lo encontramos en sus palabras: "Consideramos la educación como el factor principalísimo para levantar esta inmensa zona del Chaco Santiagueño a un nivel cultural, social y espiritual digno de sus hombres, ya que muchos de ellos están sumidos en una miseria, que aunque duela decirlo, es vergüenza de nuestra patria".

Por ello, apoyado en el equipo que conformó con el p. Emilio De Elejalde y el padre (luego Obispo) Antonio Baseotto, una de sus primeras tareas fue poblar de establecimientos educativos de distintos niveles y modalidades el vasto territorio de la diócesis, desde las ciudades más grandes y pobladas hasta los parajes más desatendidos y de difícil acceso, siempre con un sentido subsidiario con respecto al Estado, el cual, progresivamente, fue asumiendo el sostenimiento (aunque parcial) de las instituciones.

Hoy nos admiramos de su mirada paterna y amorosa de la realidad con que se encontró, y de la inteligencia con que diagramó la organización de la diócesis para cubrir esta necesidad vital para los pueblos, ocupándose de la formación integral de niños, jóvenes y adultos. Lo primero que llamó su atención fue la falta de colegios de Nivel Secundario.

Por ello su primera creación fue el Instituto San Alfonso María de Ligorio (entonces, Bachillerato Mercantil), en la ciudad de Añatuya, en el año 1963. Paralelamente dio impulso a sendas escuelas secundarias en las ciudades de Monte Quemado (Inst. San Francisco Solano) y Tintina (Colegio Fray Mamerto Esquiú), que habían intentado comenzar los padres Franciscanos, muy "a pulmón".

El Obispado consiguió los recursos para remodelar las instalaciones y/o construir edificios nuevos, como también para asumir la administración de uno de ellos. De este nivel se crearon otros colegios a lo largo y ancho de la diócesis intentando dar respuesta, con las orientaciones que más se adecuaban, a las necesidades de cada población:

- Inst. Mons. Weimann, en Bandera.

- Colegio San José de Calasanz, en Pampa de los Guanacos.

- Colegio Agrotécnico San Benito, en Santos Lugares.

- Bachillerato Técnico La Salle (hoy, Colegio Agrotécnico "Virgen de Huachana").

- Colegio "Escuelas Pías", en Quimilí.

Las escuelas primarias creadas durante el episcopado de mons. Gottau son:

- Nuestra Sra. de la Medalla Milagrosa, en Añatuya;

- San Francisco de Asís, en Gauna (cerca de Quimilí);

- San Juan N. Neumann, en Monte Quemado.

- Marie Poussepin, en La Invernada.

También se crearon dos Institutos de Formación Docente: uno en Monte Quemado y otro en Quimilí. Un lugar prioritario ocuparon las mujeres, para cuya promoción llegó a crear, a lo largo de los treinta años y medio de su episcopado (además de las escuelas primarias y secundarias, que desde un inicio fueron mixtas), cincuenta y dos talleres en los que se les enseñaban diversos oficios.

Con el tiempo, y tras los cambios del sistema educativo, algunos de estos talleres se transformaron en centros de capacitación laboral o en centros de alfabetización de adultos (Ceba), otros, en colegios secundarios con diversas orientaciones, y otros dejaron de existir o fueron absorbidos por Cáritas u otras organizaciones. La discapacidad fue otra realidad que interpeló a Mons. Jorge, por lo que, además de los hogares y talleres que promovió en todo el territorio, creó la escuela especial "Santa Margarita" en la ciudad de Añatuya, la cual, siendo la única de esta modalidad en una vasta zona, ha atendido desde sus inicios a niños y jóvenes de la ciudad y de un radio geográfico de aproximadamente 100 kilómetros.

La empeñativa y nada fácil tarea de llevar adelante todas estas instituciones pudo concretarse y sostenerse gracias al generoso servicio de diversas congregaciones y asociaciones religiosas, entre ellas: Hermanos Marianistas, Hijas de la Caridad, Hermanos Maristas, Hermanos de La Salle, Hermanas de la Cruz, Padres Escolapios, Madres Escolapias, Hermanas Dominicas de la Anunciata, Dominicas de la Presentación, Franciscanas de Gante, Hermanas de San Carlos Borromeo, Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús, Hermanas de Don Orione.

Asimismo, numerosos sacerdotes diocesanos y laicos han prestado su valioso servicio en esta misión y muchos continúan haciéndolo. Luego de que dejara en el año 1992 su función de Obispo Mons. Gottau, la diócesis ha continuado tratando de custodiar el tesoro de la Educación por él legado.

A lo largo de estos casi treinta años, los centros educativos han ido modificando su oferta y su estructura; surgieron centros nuevos, se han ampliado otros, algunos que eran diocesanos (gestionados por el Obispado) fueron transferidos a congregaciones; otros, pasaron de manos de alguna congregación a otra, o al obispado; otros, se encuentran en proceso de transferencia. Desde el año 1992 hasta la actualidad, se han creado los Colegios Secundarios: - Sagrada Familia, en Añatuya (antes, Escuela- Taller), - San Carlos Borromeo, en Tacañitas (antes, taller de capacitación laboral), - San Juan Neumann, en Monte Quemado (dando continuidad a la escuela primaria), - San Miguel Arcángel, en Suncho Corral (escuela primaria y secundaria, a cargo de la congregación del Verbo Encarnado), Escuelas primarias: - Santa Rita, en Tintina; - San José de Calasanz, en Pampa de los Guanacos (ampliando la oferta del colegio secundario ya existente) Escuelas de capacitación laboral (antes, centros de capacitación o talleres): - Santa ángela de la Cruz, en Quimilí; - Santa Teresa, en Monte Quemado; - San Vicente de Paúl, en la ciudad de Añatuya; - San Francisco Coll, en la ciudad de Añatuya. Y un Centro de Alfabetización de Adultos, (Ceba) San Cayetano, en Monte Quemado.