Medio siglo de servicio de las Hermanas de la Cruz en Monte Quemado Medio siglo de servicio de las Hermanas de la Cruz en Monte Quemado
MONTE QUEMADO,
Copo. Hoy, en Monte Quemado,
se celebran los 50 años de
la llegada de las primeras
Hermanas de la Cruz a la localidad.
Si bien el año de la
fundación de esta comunidad
fue 1971, por la pandemia se lo
conmemora este año.
El testimonio de estas
hermanas venidas desde Sevilla,
España, es muy reconocido
y valorado por toda la
comunidad, recordadas con
mucho cariño y mucha gratitud
por toda la Diócesis de
Añatuya que cuenta con dos
comunidades de las Hermanas
de la Cruz (Quimilí y Monte
Quemado).
Innumerables son las familias
y casas donde visitan
enfermos y necesitados, llevándoles
el alivio y el consuelo
de Cristo que los ama.
Tienen
muchas obras y servicios en
Monte Quemado, entre ellas:
Escuela de Capacitación
“Santa Teresa de Jesús”,
Centro de Adultos “San Cayetano”,
Hogar de Discapacitadas
“San José”, comedores
infantiles, el Albergue “Blanca
María”, la Casa Abrigo “Divino
Niño Jesús”, dispensario de
primeros auxilios, visita y
asistencia de enfermos, catequesis
en los barrios, capillas
y acompañamiento a la Unión
Eucarística Reparadora (Uner)
y grupos misioneros, entre
otros.
Las puertas de sus conventos
están siempre abiertas
para recibir y brindar su hospitalidad
a los grupos, sacerdotes
y religiosas de nuestra
Diócesis. Son presencia y regalo
de Dios para la comunidad
de Monte Quemado y para
la Iglesia de Añatuya. Por su
testimonio y porque son
Evangelio vivo de Cristo se
han ganado el respeto, aprecio
y amor de todos.
El obispo de la Diócesis de
Añatuya, monseñor José Luis
Corral, expresó: “De la memoria
brota la gratitud por el
don inmenso del amor de Dios.
Hoy damos gracias por los 50
años de las Hermanas de la
Cruz en Monte Quemado”.
“Nuestra gratitud a todas
las Hermanas; tanto a las que
han pasado como a las que
hoy están aquí y el deseo de
que siempre permanezcan
entre nosotros. Les deseamos
muchas bendiciones y una fecunda
misión. Que esta fiesta
de la celebración de los 50
años de su presencia en esta
comunidad de Monte Quemado
sea impulso y aliento para
adelante, a pesar de los cansancios
y de las incertidumbres,
pedimos renovar la esperanza
para que la vida no se
angoste y que se reavive cada
día y puedan volver a decir:
íAquí estoy y hágase tu voluntad,
somos tus servidores,
siempre a tu disposición!”.