Récord de ocupación en terapia intensiva, pero leve descenso de casos en todo el país esta semana

La ocupación en terapia intensiva de pacientes con coronavirus en la Argentina alcanzó esta semana su récord desde el inicio de la pandemia con 7.698 camas el jueves, un 50% más que el máximo de 2020; en tanto que la curva de casos diarios tuvo un leve descenso, sobre todo si se tiene en cuenta la fecha de inicio de los síntomas.

Entre el 12 de mayo y el 3 de junio la ocupación de la camas en Unidades de Terapia Intensiva (UTIs) de pacientes con Covid-19 aumentó cada día respecto del anterior, alcanzando en este período un incremento del 42%, pasando de 5.394 a 7.698 el último jueves.

Después de 21 días de crecimiento sostenido, el Ministerio de Salud de la Nación informó ayer en su reporte diario que la ocupación era de 7.668, 30 camas menos que el día anterior.

El porcentaje de ocupación en UTIs por toda patología a nivel nacional se encuentra en 78,2% y en el área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) en 75,7%.

Al respecto, el bioquímico y analista de datos Santiago Olszevicki, señaló que "la cifra de ocupación de mediados de mayo ya era similar al peor momento de 2020" y recordó que el año pasado el récord de ocupación de pacientes con Covid-19 en UTI se dio el 1 de noviembre con 5.119 internaciones.

En referencia a la curva de contagios a nivel nacional, al analizar por fecha de inicio de síntomas (FIS) "en el período del 21 al 27 de mayo (contemplado hasta ahí para tener datos lo más consolidados posibles teniendo en cuenta la demora en la carga), los casos reportados diariamente disminuyeron un 9%", indicó por su parte la docente e investigadora Soledad Retamar.

Retamar, quien integra el Grupo de Investigación en Bases de Datos (GIBD) de la Facultad Regional Concepción del Uruguay, dependiente de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), detalló que de acuerdo al FIS el 21 de mayo se reportaban 30.656 casos y el 27 de mayo 28.105.

Sin embargo, si se analiza por fecha de reporte, este descenso es menor: si se tiene en cuenta la última semana, el viernes, por ejemplo, el promedio de notificaciones diario (contemplando los últimos siete días) fue de 30.425 y una semana antes (el viernes 28 de mayo) era de 31.416, lo que representaría una reducción sólo del 3%.

"Esto puede deberse a que en estas últimas dos semanas tuvimos dos feriados pegados a un fin de semana, lo que produce una demora en la carga de datos aún mayor", detalló Retamar.

Al hacer un análisis sobre cómo está afectando este brote al país según el porcentaje que representa cada jurisdicción en los nuevos casos diarios, lo que se observa según los datos hasta el viernes, es que la provincia de Buenos Aires sigue siendo la que más notificaciones tiene (34%) pero Córdoba y Santa Fe superan ya a CABA, con el 17% y 9% respectivamente de los nuevos reportes.

El caso de Córdoba, que ayer anunció nuevas medidas de aislamiento más restrictivas, es particular porque la curva de contagios tampoco disminuye ordenada por fecha de inicio de síntomas; mientras que Santa Fe, aunque todavía tiene un número muy alto de notificaciones diarias, parecería tener un leve descenso si se ordenan los casos de esa manera.

"Es difícil asegurar todavía que haya una tendencia clara a la baja; si bien al ordenarse por FIS la curva nacional y de algunas provincias parece estar indicando esto, todavía faltan ingresar datos", indicó por su parte el físico e investigador del Conicet Jorge Aliaga.

Aliaga, exdecano de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y actual secretario de Planeamiento y Evaluación Institucional de la Universidad Nacional de Hurlingham, describió que, no obstante, "en el caso de AMBA el descenso correlaciona con una disminución muy marcada de la movilidad durante los primeros días del último aislamiento".

"En este sentido es esperable que los casos bajen porque siempre que baja la movilidad los casos descienden. Habrá que estar atentos a qué pasa en los próximos días porque la movilidad volvió a aumentar", advirtió.

En referencia a la alta ocupación de camas de UTI el investigador señaló que "es propio del comportamiento de la pandemia; lo que vimos durante este año y medio es que pasan al menos 10 días entre que los casos comienzan a bajar y desciende el número de personas internadas".

"Lo mismo sucede con las personas fallecidas, es decir, hay una ventana entre que los casos bajan y disminuyen las UTI, por último descienden las muertes", indicó.

En efecto, el promedio diario de personas fallecidas contemplando los últimos siete días al viernes era de 532, mientras que una semana antes (el viernes 28 de mayo) el país estaba en 473 muertes diarias promedio.

En tanto que si se ordena por fecha de fallecimiento real (más allá de la notificación) tampoco se observa todavía una baja, concluyeron los analistas.