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Control de la salud visual de los niños: lo que hay que saber

14/02/2021 20:53 Opinión
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Control de la salud visual de los niños: lo que hay que saber Control de la salud visual de los niños: lo que hay que saber

Después de casi un año de aislamiento social debido a la pandemia del Covid 19, el receso escolar y las vacaciones estudiantiles aparentemente están llegando a su fin.

Todo hace suponer que tendremos dictado de clases en las escuelas de manera presencial o si eventualmente habría un cambio de planes y continuáramos con la modalidad virtual, es importantísimo llevar a cabo una visita al Oftalmólogo para constatar la salud ocular de nuestros hijos.

La lista de las cosas para hacer antes de que comiencen las clases es larga, pero hay algo que habitualmente se nos pasa por alto, y es que los chicos tengan su control oftalmológico anual, ya que, si bien el certificado de salud es necesario, complementarlas con una consulta con un médico oftalmólogo es lo ideal.

El examen ocular y la detección precoz de alteraciones visuales son cruciales para que los niños tengan un mejor desempeño escolar y puedan desenvolverse socialmente en forma adecuada. Tratamientos instaurados a edades más tempranas redundan en adultos con mejores capacidades visuales.

Un examen visual completo incluye la determinación de: la agudeza visual cercana y lejana, tanto de cada ojo por separado como binocularmente; la visión de los colores; la alineación ocular; los movimientos oculares; la capacidad de lectura, importante para la detección temprana de la dislexia; la visión periférica; el examen de las estructuras anteriores del ojo (biomicroscopía) y de las posteriores (fondo de ojos).

 En caso de detectarse alguna alteración en cualquiera de estas evaluaciones, podría ser necesaria la realización de estudios específicos de mayor complejidad. El ojo crece rápidamente durante el primer año de vida, y luego, lentamente hasta la pubertad. Los primeros meses son fundamentales para obtener una buena visión: cualquier obstáculo que impida la formación de imágenes nítidas durante este periodo traerá como resultado alteraciones de la visión de ese niño.

Patologías como catarata congénita, estrabismo, o problemas refractivos como miopía o astigmatismo, generan secuelas irreversibles si no son diagnosticadas y tratadas a tiempo, de allí la importancia de la valoración precoz del niño.

En los niños preverbales se evalúa la visión a través de diversos métodos, como el comportamiento de la fijación o el test de mirada preferencial. La agudeza visual puede determinarse a partir de los tres años de edad. Si no detectamos a tiempo una miopía, por ejemplo, o un estrabismo, puede que, al realizar el diagnóstico, ya no podamos mejorar la visión, esto se debe a la ambliopía, en términos simples “ojo vago”, que se genera por una estimulación visual anormal durante el período de desarrollo.

La ambliopía ocurre en el 2 por ciento de la población general y representa la causa más común de disminución de la visión en los niños, existe un tratamiento para la ambliopía si es diagnosticada a tiempo. Hay ciertos signos que pueden sugerir problema visual, como por ejemplo, si el niño se acerca mucho al televisor, entrecierra los ojos al leer, dice tener dolor de cabeza, cansancio visual, o si ve borroso. También si al leer, saltea palabras o renglones o no logra copiar lo escrito en el pizarrón, a veces, el niño es catalogado como “de bajo rendimiento” o con problemas psicopedagógicos, cuando en realidad esto está vinculado a dificultades visuales, a menudo es la maestra de grado quien sugiere el control.

El maestro de jardín tiene herramientas muy valiosas para detectar indicadores de alguna dificultad visual que aún no se ha diagnosticado y encauzar junto a la familia una intervención profesional, a un niño de 4 años que llega por primera vez a la escuela no sólo se lo ve: se lo mira, se lo escucha, se lo acoge. Se lo observa de qué manera logra usar la computadora, su permanente interacción con sus compañeritos, ya sea en el espacio abierto del patio como en el espacio más reducido del aula.

Fundamental la visita al especialista

La visita al especialista, y el correspondiente certificado, son requisitos para el comienzo de sala de 4 y 5, primer grado y primer año del nivel medio. Pero, aunque no sea obligatorio todos los años en la educación primaria, repetir el control al comienzo de cada ciclo escolar no está de más. Así se evitan los problemas que pueden derivar de dificultades en la visión que afectan directamente al niño, su proceso de aprendizaje y algunas veces, su socialización.

En cuanto a la frecuencia de los controles visuales existe cierta controversia. En general, depende de la edad del paciente, de los antecedentes familiares, y de los hallazgos en las consultas previas. No cabe duda acerca de la importancia de realizarla al comenzar la escuela primaria, alrededor de los 6 años. Si este control es normal y no existen antecedentes relevantes, se puede realizar cada dos años hasta la pubertad.

A partir del inicio del colegio secundario, aproximadamente, es importante hacerla en forma anual, ya que es frecuente observar la aparición de miopía durante esta etapa de la vida, la cual aumenta mientras el paciente crece y entra en la adultez.

Desde la Sociedad de Oftalmología de Santiago del Estero aseguramos que un control oftalmológico completo realizado en el momento oportuno puede marcar la diferencia entre un niño con dificultades de aprendizaje, inseguridad en la interacción con su entorno, y condenado a deficiencias visuales permanentes, de un chico seguro y feliz.


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