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Trasplante de córnea: avances de esta cirugía

05/09/2021 21:56 Opinión
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Trasplante de córnea: avances de esta cirugía Trasplante de córnea: avances de esta cirugía

A veces, si la córnea se daña de forma grave, puede ser necesario trasplantar este órgano. ¿Pero qué es la córnea exactamente? ¿Y cómo ha avanzado la medicina para repararla? La córnea es la parte transparente del ojo, la más externa, y actúa como una barrera natural que lo protege. Al mismo tiempo deja pasar la luz y, gracias a su curvatura, contribuye a que ésta se refleje de forma correcta en la retina y veamos bien.

De hecho, que la curvatura no sea la misma en todas las zonas de la córnea es el origen de un problema de visión muy común: el astigmatismo, que provoca que los afectados vean borroso o que las imágenes se distorsionen.

Está compuesta por varias capas. Al ser transparente, puede parecer que la córnea está formada por una única capa. Pero, en realidad se compone de 6, siendo las más importantes el epitelio (la más externa), el estroma (situada en medio) y el endotelio (la última).

No hay que olvidar que la córnea es la parte más externa del ojo por lo que, ante un golpe, un arañazo, la entrada de un cuerpo extraño o incluso una incorrecta manipulación de las lentes de contacto puede dañarse.

No solo los traumatismos pueden provocar daños en ella: virus, bacterias y parásitos pueden hacer que se infecte (un trastorno conocido como queratitis). Además, ciertas enfermedades (como el queratocono o la distrofia de Fuchs) afectan especialmente a esta zona tan sensible del ojo.

Síntomas de que puede estar dañada. Lo habitual, cuando la córnea ha sufrido un daño, es notar dolor, picazón, aumento del lagrimeo, enrojecimiento y un aumento de la sensibilidad a la luz. Si esto ocurre, acudir inmediatamente al oftalmólogo para valorar el tratamiento más indicado según la causa.

Cuándo hay que recurrir a un trasplante. Si la lesión o el daño de la córnea es leve, suele bastar con el uso de gotas oftálmicas y analgésicos para tratarlo. Pero en los casos más graves puede ser necesario, incluso, llevar a cabo un trasplante de córnea conocido también como queratoplastia.

Se calcula que, en España por ejemplo, se realizan cada año alrededor de 5.000 trasplantes de córnea. Esto lo convierte en el trasplante más habitual en ese país.

Está indicado para restablecer la forma o la transparencia de la córnea, alteradas por enfermedades congénitas o degenerativas, infecciones o traumatismos, entre otras cosas, remarcan desde el Instituto Oftalmológico Fernández-Vega (IOFV).

Puede ser total o parcial. Cuando este tipo de cirugía es necesaria no siempre hay que trasplantar toda la córnea.

El trasplante penetrante se indica cuando las tres capas principales de la córnea (el epitelio, el estroma y el endotelio) están dañadas. En la intervención se sustituye toda la córnea por una sana.

Cuando el daño no afecta a todas estas capas, se pueden sustituir solo las que se encuentran dañadas. Es lo que se conoce como trasplante lamelar, y en él la recuperación es más rápida y el riesgo de complicaciones (como el glaucoma, una infección o el rechazo del trasplante) es menor.

Los trasplantes de córnea hoy en día son muy seguros; el avance de las técnicas quirúrgicas nos permite hablar incluso, de injertos en vez de trasplantes; término que tranquiliza, en cierta manera, al paciente.

Precisamente el menor riesgo de rechazo del trasplante es uno de los principales motivos por los que, cuando la lesión lo permite, se recurre al trasplante lamelar en vez de proceder a cambiar toda la córnea.

En los trasplantes penetrantes, la tasa de rechazo es de entre un 25% y un 35%. En cambio, en los lamelares se sitúa entre el 1% y el 10%, según datos facilitados por el IOFV.

Los pacientes deben saber que la queratoplastia es una técnica muy consolidada y segura, aunque, en caso de presentarse un rechazo, es preferible hablar de ellos como episodios, ya que se pueden controlar en la gran mayoría de casos mediante colirios. Es poco frecuente que un rechazo conlleve al fracaso del injerto: la tasa de éxito de la queratoplastia es de más del 90%.

Presente y futuro de esta intervención

Los trasplantes lamelares o parciales de córnea han ido ganando terreno en los últimos años, en detrimento de los injertos penetrantes, hasta el punto de que el 90% de los que se realizan en la actualidad son del primer tipo.

Si bien en los trasplantes penetrantes se extrae toda la córnea, opción necesaria cuando todas las capas están dañadas, en el caso de los trasplantes lamelares se trabaja por secciones, actuando sobre las capas más superficiales o anteriores, que son el epitelio y el estroma, o sobre las más profundas, es decir, el endotelio, según la zona dañada.

Prótesis

Para reducir aún más las posibles complicaciones asociadas a un implante penetrante, especialistas de todo el mundo han desarrollado una prótesis gracias a la cual se evita perforar toda la córnea.

La prótesis separa la córnea donante de una lámina residual de córnea receptora, formando una cámara aislante entre ambas.

Los resultados de las intervenciones en las que se ha usado este implante son satisfactorios.

Se han sacado adelante córneas que, de otra manera, hubieran tenido muy mal pronóstico.

A esta novedosa técnica pueden unirse, en unos años, otras que actualmente se están investigando, como las córneas artificiales o el uso de células madre para regenerar los tejidos dañados de la córnea.

La evaluación clínica llevada a cabo avala la seguridad de uso y funcionamiento de la prótesis gracias a la finalización con éxito del ensayo clínico. Los resultados de las pruebas fueron presentados en el 96 Congreso de la Sociedad Española de Oftalmología (SEO).

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