Un día que nos convoca a trabajar todos los días Un día que nos convoca a trabajar todos los días
Escribo estas líneas desde Milán, donde estoy
participando en el Foro de Mujeres del
G20 y en el marco del Día Internacional de
Lucha contra el Cáncer de Mama, una enfermedad
que afecta principalmente a las
mujeres.
Después de tantos meses de tener que abocarnos,
en todo el mundo, a dar respuesta a lo urgente y enfocarnos
casi exclusivamente en la pandemia y en las
vacunas contra Covid-19, este 19 de octubre nos encuentra
en una situación diferente, con la convicción
de continuar abordando otros temas igualmente necesarios,
relevantes e impostergables.
En Argentina, el cáncer de mama es el de mayor
incidencia en la población femenina: 1 de cada 3 mujeres
con patologías oncológicas lo padece y en más
del 75 por ciento de los casos no se observa ningún
antecedente familiar. Se diagnostican más de 22.000
casos nuevos y es causa de más de 6.000 muertes por
año. Sin dudas, estos números reflejan un relevante
problema para la salud pública, por eso requieren
profundizar y fortalecer las acciones articuladas para
que bajen, porque esos números son personas, son
familiares, amigas. Son mujeres en su gran mayoría,
pero también varones y personas de otros colectivos
de las diversidades que pueden desarrollar cáncer de
mama.
A diferencia de otras patologías, el cáncer de mama
no tiene margen para la prevención. La respuesta
a esta limitante es el trabajo continuo que consiste en
la detección precoz, el diagnóstico oportuno y el tratamiento
adecuado. La mayor oportunidad para reducir
la mortalidad consiste en lograr la articulación
entre estas tres instancias.
En líneas generales, las estrategias de cuidado
continuo comienzan siempre por promover el contacto
de las personas con el sistema de salud. La realización
de la mamografía, de manera regular y periódica,
es la única herramienta fundamental para la detección
precoz. El Ministerio de Salud de la Nación,
en conjunto con las 23 jurisdicciones y la CABA, trabaja
para garantizar que, en todo el país, las personas
puedan acceder a los cuidados continuos y contar con
el apoyo concreto y singular que cada caso requiera.
Muchas veces dar ese primer paso genera temor
o ansiedad, por eso también trabajamos para que los
equipos de salud del primer nivel de atención cuenten
con herramientas para acompañar en las consultas
y contener a quienes lo necesitan.
Estas líneas de cuidado continuo en las que trabajamos
buscan garantizar que las y los pacientes con
cáncer o con sospecha de cáncer de mama puedan acceder
a la consulta con especialistas y al tratamiento
adecuado en la etapa más temprana posible.
A partir de la pandemia, la importancia de cuidar
y cuidarnos ha recuperado la centralidad y la importancia
que siempre debió haber tenido. Sin embargo,
en este último año y medio también registramos una
disminución de las consultas médicas en general y en
la realización de estudios diagnósticos y de detección
temprana en particular. Es necesario que comprendamos
que los chequeos de rutina también deben ser
parte de nuestros cuidados cotidianos.
Sabemos que existen barreras en nuestro sistema
de salud y que ellas se vieron profundizadas por
la pandemia. Pero también sabemos que trabajamos
todos los días con el objetivo de reducirlas y así garantizar
el acceso universal y efectivo a la salud, entendida
como un derecho de todas y todos.
Hoy, el Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer
de Mama, es un buen día para recordarlo y redoblar
los esfuerzos en cada rincón del país para seguir favoreciendo
el acceso a la salud, todos los días del año.