Cristiano Rattazzi analizó el juicio a Cristina Kirchner

El empresario Cristiano Rattazzi recordó en declaraciones a LN+, el momento en el que la empresa Fiat dejó de participar en proyectos de obra pública a fines de la década del ‘90, un hecho que vinculó con el juicio a Cristina Kirchner en la causa Vialidad, y las denuncias de irregularidades que se presentaron. “Hizo muy bien mi tío”, manifestó el empresario.

Invitado al programa “Mesa chica”, conducido por José Del Rio, Rattazzi rememoró cuando Giovanni “Gianni” Agnelli, titular de Fiat, tomó en 1997 la decisión de abandonar los proyectos de infraestructura a través de la firma del grupo Impregilo. “No quiero estar más en la obra pública”, le manifestó su tío.

“Era una compañía extraordinaria, hacía las obras, las terminaba, no hacía acuerdos. Quedé enormemente afectado”, reflexionó el empresario, que por entonces integraba la conducción.

“Fiat decidió que en ese momento salía de la obra pública, porque muchas veces termina así”, expresó al hacer referencia a las denuncias de corrupción. “Ahora es directamente el derecho del señor feudal que dice: ‘En cada cosa que se hace en mi sector, tengo que cobrar mi parte’”, opinó. “Eso es más que un acuerdo de precios, excede las cifras que hemos visto circular y cualquier cosa”.

El empresario analizó la causa contra la vicepresidenta y dijo que era “obvio” que se estaba cometiendo un delito cuando Lázaro Báez contrataba los hoteles que pertenecían a la familia Kirchner. “Fui el primero en hablar de Alí baba y los cuarenta ladrones. Era hasta obvio. Los hoteles eran el manual del lavado”, señaló.

En ese sentido, Rattazzi destacó el alegato del fiscal Diego Luciani contra la expresidenta en la primera de las audiencias previstas en el la causa Vialidad. “Increíblemente alguien se juega y se anima a decir verdad, en un país terriblemente mentiroso”, sostuvo.

Rattazzi mencionó, además, otros episodios que dieron cuenta, a su entender, de anomalías.

Recordó que Florencia Kirchner, la hija de la vicepresidenta, tuvo en su momento en su caja de ahorro casi 5 millones de dólares.

“Es mucha plata, no es cambio chico”, añadió. También trajo a colación cuando José López, el exsecretario de Obras Públicas, arrojó 9 millones de dólares en un monasterio.

“Era tan obvio lo que estaba pasando, que para mi fue siempre normal que Leonardo Fariña, contara plata junto al hijo de Lázaro Báez en “La Rosadita”. Y además, los secretarios compraban edificios por centenares de millones de dólares”, consignó.

El extitular de Fiat hizo hincapié en que se debe analizar el aspecto “ético y moral” en las elecciones.

“No se puede votar a gente que obviamente no tiene la moral de respetar algo de los diez mandamientos, de los cuales hay uno muy importante: no robar”, enfatizó.